domingo, 10 de mayo de 2009

Epilogos sobre las palabras-3

Descubrir no es crear, sino desvelar lo oculto.
Por eso me pregunto, si una palabra dicha o verbalmente creada,
No desvela una realidad siempre, aun intangible.
Y si tal no estaba, ahí esperaba.
Hay palabras también misteriosas, evanescentes o fugaces.
Y si existen,
Esas palabras que no solo son palabras, nos transforman.
En otro tipo de ser, en otra clase, que, al poder percibirlas, cambia.
No habitamos pues, todos, el mismo mundo,
Sino, cada uno, el de sus palabras.
La palabra dicha, sin embargo, no es la palabra oída.
La palabra dicha puede irse hacía ningún lugar,
O con el tiempo, a la espera de un oído propicio.
Pero la palabra oída no es nunca la palabra dicha.
Esta reverberará para siempre en los oídos,
Transmutándose cada vez y perdiéndosePara siempre, con el tiempo infinito.

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