lunes, 11 de mayo de 2009

Otras añoranzas-8

He vuelto a caer en la misma red de siempre, lo confieso.
Cada vez que la red se ha tendido otra vez he caído.
No pienses de mi que soy imbécil
Ni me mires como si lo fuera.
Sabia casi al 100% que era una trampa.
Y, claro, lo fue.
Pero de no haberlo sido, de haberse producido el milagro fabuloso de la bondad
Yo habría aportado toda mi dedicación a tal hecho.
He dado mi tiempo y mi fe
He dado mi creencia y mi esfuerzo
Y luego, desdeñosamente, el mundo me ha hecho saber
Que yo no era de los suyos.
Y curiosa, curiosamente, yo, que de lejos los doblo
Sufro en mi corazón grande
El efecto ponzoñoso de sus pequeñas vesículas.
Cierto es. He conocido a otros a quienes me sentí semejante
Pero siempre en otro lugar o tiempo
Apenas se nos dio la oportunidad de cruzarnos
Lo imprescindible para reconocernos
Para saber ambos que debemos
Caer una y otra vez en la misma red y lo confesamos.
Estamos para ser las victimas del engaño
Para que los demás sepan que nos engañaron
Para que eso lo consideren el resultado tan solo de su taimada astucia.
Nosotros que los vimos venir de lejos, les dejamos
Sabemos, sencillamente, que ellos juegan su papel,
Como nosotros el nuestro.

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