Y cuando llamemos, a cualquier puerta, ¿que mas da?
Si ya reconocimos el idéntico uniforme bajo el que militaremos siempre, tirios y troyanos.
Si conocimos para qué fin único, los brillos y oropeles, gorjeos y bailes, fueron hechos.
¿cómo no sonreírnos internamente, enteramente inmunizados, mientras, astutos, les seguimos el juego?
domingo, 10 de mayo de 2009
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