sábado, 9 de mayo de 2009

Poemas a Prometeo-2

Ahora reconoce:
"Persépolis es mi casa".
Recoge los enseres y cambia tus cadenas.
Pero no cantes prematuramente la victoria, ya que no es sencillo.
Escucha el claro rumor de los caballos de batalla…
Fuertes son, Prometeo.
Y anida también entre nosotros aquel Midas codicioso.
¿lo ves?.Nada cambia.
Pregúntate por aquél edénico mundo
Y, tú, desdichado Prometeo, que oyes los ultrasonidos del neon,
Escucha también el silencioso quejido del éter.
Vive con nosotros,
Y sea nuestra única esperanza,
La rebelión un día,
De no sabemos que cosa, amenazada.
Enrédate entonces a tu nueva atadura,
Y prepárate al llanto que precede
A esta larga desnaturalización.

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