Ellos fueron muchos. Tantos. Demasiados.
Abrumadores. Pertinaces. Incansables.
Pero, no nos dimos cuenta. Y hablaban de nada.
No necesitaban expresar verdades.
Ni contenían insatisfacciones o anhelos.
Ni necesitaban alteraciones o cambios.
Simplemente estaban,
Ahí, adonde habían llegado.
Y nosotros, mientras, incomodando, reiterando, como siempre, igual necesidad,
hacia aquellos, que desoían, desconfiados, como siempre,
Temiendo alteración o cambio.
Vimos ya, de lejos, como pasamos nuestra historia común
Reiterando lo mismo ante los mismos ellos,
Pidiendo idéntica reparación o respuesta,
A quienes, por semejantes, confundimos con nosotros
y que no entendiendo absolutamente nada,
De todo esto,
Nos devolvieron siempre, pues eran mas,
Generación tras generación, sintiéndose amenazados,
la misma aniquilación tras su sagaz silencio.
domingo, 10 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario