domingo, 10 de mayo de 2009

Tras Troya-2

Como nos acogieron y admitieron nuestra acogida !
Nunca antes vimos gente tan bondadosa o desprendida
nada querían, sino simplemente la bondad reciproca
El mutuo bienestar. La paz, en suma.
Como nos agradó encontrar, al fin, el clima protector,
Del que antes hubimos descreído y que ahora aparecía,
Natural, amigable, y porque si, sencillo.
Fue como llegar a un oasis. De pronto, al paraíso.
Era tan natural el paraíso.
Nos pareció entonces tan absurdo lo anterior vivido,
Desde allí no entendimos el por qué de tanta tribulación pasada, tanta agonía,
Cuando ! Era tan fácil, tan sencillo ¡
Bastaba ser, sin mas, los bondadosos seres que debíamos.
Vivíamos felices, dormimos confiados en tranquilo sueño.
Roto solo un amanecer.
Cuando, despertados por la luz del sol, en el desierto,
Ni vimos las tiendas ni nuestros viejos amigos.
Ni nuestras provisiones ni nuestros abrigos.
En realidad, ese fue el amanecer que vimos.

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