jueves, 4 de junio de 2009

Georges,¿lo recuerdas?

Georges ¿lo recuerdas?
Pienso en ti,ahora que tu nombre se encuentra manchado de grasa
y dicen que tu panza gigantesca te aprisiona
aun mas de lo que ya estabas,en tu pequeña habitacion.
Georges:Me han dicho que apenas sales.
Que es dificil saber de ti.
Y que no quieres conversar.
Ni que nada te interesa,salvo lo comestible.
Y bien guisado.
Creo que requieres,segun cuentan, que la temperatura y sazón
estén a punto y que incluso
te has vuelto particularmente exigente con las mezclas
y sus nuevas tecnicas de fritura y cocción.
Georges,me han dicho,confirmamelo,
que has abusado de nuestros viejos manuscritos,
de los cuales ya no queda casi ninguno.
Perdidos la mayoria,como lo fueron los antiguos.
Me lo han contado gentes de todo fiar,puedes creerlo
Y no puedo ocultarte mi enojo por ello.
¡ Las tenía en tanto valor!.
Si,te confieso que,habiendote conocido,
cuesta trabajo dar credito a lo que cuentan,
incluso,aunque yo mismo haya podido encontrar
alguna que otra vez,
los manuscritos de nuestros mejores versos,
envolviendo los putrefactos restos
de las extrañas hamburguesas podridas,
que revolvía yo mismo,mientras buscaba mi sustento
entre los contenedores de basura por los que buscaban los clasicos.
Estaban alli los versos,Georges.
De los que no quedará nunca copia verificable alguna.
Fuimos nosotros sus autores y nos hicieron ellos.
Los mismos que ahora se disuelven por virtud de la grasa
de carísimos cerdos.
Georges.No creo que puedas recordar ya
el brillo de tus ojos cuando cantaste la primera canción.
Georges,tampoco yo podria explicarte como se perdió esa luz,
ni en que momento se dio el ángulo que marcó el antes,si lo hubo,o el despues.
Pero,ahora,creeme,ya da igual.
Esto es memoria del recuerdo,para el recuerdo.
Ni está escrito para el presente,ni siquiera para el futuro.
Tal vez no haya afuera ni presente,tal vez ni haya un despues.
Pero que hubo un antes,nadie podrá negarnoslo.
Y en ese antes,en el que tu estas
yo estoy para quedarme.
Tranquilizate,no pienso irme.
Ningun reloj podrá impedirnos,esta vez,
aunque sea por esta unica vez,
la pretendida vuelta
que fijaremos para siempre.
Y nos quedaremos alli,
haciendo burla del tiempo y de la grasa.
Georges ¿me escuchas?
Creo que te has dormido...

No hay afuera ni hay nadie

No hay afuera ni hay nadie
No hay ningun otro que entienda a los demas ni siquiera un medio
No hay principes esperando princesas
ni princesas aguantando principes.
Todo aroma que se esparce encenaga los sentidos
y al instante se hacen inmunes al mismo.
El mundo no huele a nada
Y quienes afirman lo contrario mienten.
Y lo hacen tan solo por el tanto por ciento.

Mi compañero trae consigo en su rostro

Mi compañero trae consigo en su rostro
la mueca que contiene la vida y la muerte.
Las trae inseparables.Lo se.
Le miro aun a sabiendas que no habrá respuesta
Ni moverá la lengua para esgrimir argumentos
ni entornará los ojos, ni se moverán las lineas
que circunvalan sus labios.No hará nada dirigido hacia mi.
Tal vez no me vea.Observe a mi través,tan solo,una realidad
que,para mi,no existe,para la que yo sea tan ciego,
como él lo ha sido siempre para mi.

Es así

Es así.
Hay,efectivamente,un tiempo para cada cosa.
Lo constato.
Es tarde y lo constato tarde.
Es asi como debe ser.
Y asi es como ha sido.
No era la verdad primera mas que una campanilla,
para salir corriendo.
Al final nos detenemos como coches de choque
a los que,repentinamente,algo o alguien,les desconecta la corriente.
Nos miramos entre si los antiguos conductores
a traves de rostros extrañados
con nuestras miradas de incredulidad
y nos preguntamos sin mediar palabra
que estabamos haciendo alli.
Nos bajamos de los autos antes animados, ahora inertes
algo avergonzados
como si no quisieramos que nada ni nadie
nos hubiera visto jamas en situacion semejante
y no quisieramos que quedara registro historico alguno
de nuestra presencia allí.
Porque ahora la vemos insensata o inutil,
vacía de contenido o fatua,engreida
vanidosa y vacía.
Eso es lo que nos pasa ahora,ahora lo confesamos
ahora que ya no oimos la extraña vibración
que antaño nos mantenía tan despiertos.