domingo, 17 de mayo de 2009

Ausente,vas y vienes.

Ausente, vas y vienes
fingiendo que nunca nos hemos conocido.
Y te veo ajenizada
tal si hubieras borrado en tu cabeza
todo sentimiento comun.
Como si hubiera desaparecido cuanto eras
y ya no fueses sino esa figura que habla y camina
y nada mas. Nada mas que eso.
Lo contemplo y me derrumbo interiormente, lo confieso.
Caen dentro de mi ciudades enteras, los universos completos
que me constituían antaño.
A ti, parece darte igual y apenas giras levemente la cabeza
o arqueas con ligereza una ceja que se muestra ella misma indecisa.
Pero te conozco, se que todo esto, todo, no es sino demora,
dejar para mas tarde la ardua tarea de afrontar
lo que la espera hace crecer hasta desbordar los limites abarcables.
¡Dejarlo para luego es dejarlo para siempre o para nunca!
Dejarlo para luego es impedirlo, intentar acallar con la muerte
las voces que, sin cuerpo, proclamarán imparables
la verdad omitida.
No se puede taponar con silencio la injusticia, ni es posible.
La verdad ahogada tiende siempre a recobrar la voz,
pues su eco se ha extendido por el universo entero.
ya pasen años o siglos, milenios o eternidades.
Los tiempos apenas son nada,
minusculas minucias, las eras.
Lo eternidad no precisa apremio
y aguardará por siempre
el resquicio inevitable
que le ofrecerá sumisamente el tiempo.
Pero te empeñas en encerrar los vientos con tu puerta,
detener el oleaje del mar con tu raqueta de niña,
cambiar los colores de la realidad con la varita del almendro,
y sabes, aunque no quieras detenerte, que lo verdadero
está esperando a que deslices su mirada sobre ello, simplemente a eso,
para desvelarse ante ti, desnudo y limpio, sin defecto ni tacha.
Porque lo que se teme no es la verdad ¿cuantas veces te lo habré dicho?
Jamas amedrenta, es unica y que no tiene doblez o versión.
Como los niños, es a la oscuridad repleta de inexistentes fantasmas,
descritos, tal vez horrendamente, por horrendas brujas. Pero basta una luz,
una ventana abierta al dia, para que entren la claridad y el viento,
y arrastren consigo a los fantasticos fantasmas y los temibles miedos
que inspiran y engendran los temores
de niños pequeños.
Se que te preguntas que espero o deseo
y solo es eso.
Y no me mueve mi deseo, ya satisfecho
por este acto intencional, aunque tal vez inutil, lo sospecho. No, no es eso.
Pero ¿como explicartelo?
Tal vez debiera callar y dejar que el destino, las moiras o parcas, el fado en suma,
desvele mi intención, si es que llega el tiempo y viene al caso. . .
Callar para no interponer impertinencia, una vez mas,
en el camino trazado por caprichosos dioses.
Tal vez. Pero debería desquererte como
para dejar que corra impasible ese tiempo
que te deshaga luego, sin abatirme y agitarme
y deshacerme yo primero,
esforzado hasta la muerteen el intento

lunes, 11 de mayo de 2009

Otras añoranzas-8

He vuelto a caer en la misma red de siempre, lo confieso.
Cada vez que la red se ha tendido otra vez he caído.
No pienses de mi que soy imbécil
Ni me mires como si lo fuera.
Sabia casi al 100% que era una trampa.
Y, claro, lo fue.
Pero de no haberlo sido, de haberse producido el milagro fabuloso de la bondad
Yo habría aportado toda mi dedicación a tal hecho.
He dado mi tiempo y mi fe
He dado mi creencia y mi esfuerzo
Y luego, desdeñosamente, el mundo me ha hecho saber
Que yo no era de los suyos.
Y curiosa, curiosamente, yo, que de lejos los doblo
Sufro en mi corazón grande
El efecto ponzoñoso de sus pequeñas vesículas.
Cierto es. He conocido a otros a quienes me sentí semejante
Pero siempre en otro lugar o tiempo
Apenas se nos dio la oportunidad de cruzarnos
Lo imprescindible para reconocernos
Para saber ambos que debemos
Caer una y otra vez en la misma red y lo confesamos.
Estamos para ser las victimas del engaño
Para que los demás sepan que nos engañaron
Para que eso lo consideren el resultado tan solo de su taimada astucia.
Nosotros que los vimos venir de lejos, les dejamos
Sabemos, sencillamente, que ellos juegan su papel,
Como nosotros el nuestro.

Canciones-3

Mira que te avise, que te avise, mira
Mira que te avise, que te avise, mira

Pero tu, oye, como si nada, no haciendo ni puñetero caso, mandándome al carajo
Y mientras ¿es que no veías, cacho bobo? Al del carrucho con la mirada torcida, a la de la falda a cuadros con el ojo ladeao
¿es que no sabes lo que eso significa?, cacho bobo ¿es que no sabias?

Mira que te avise, que te avise, mira
Mira que te avise, que te avise, mira

Y tu, ceporro, rodrigón, merendao. Intentando, dando por hecho, que de mi sacabas…¿el que?
Pues que creías? Que estaba adormilao, que era un novatón, que te reías
Y mientras ¿es que no veías, so bobo?. Que el vecino, el poli, el compa, que iba a por ti, que esperaba
A que yo me fuera, y te dejara, y me alejara, y separara

Mira que te avise, que te avise, mira
Mira que te avise, que te avise, mira

Y era a ti a quien esperaban. Y ahora ¿Qué?
Humillao, entrenao, docilizao, adocenao
Engordao, avejao, humillao, entrenao, adocenao
Y siiin briiiiilloooo.

Mira que te avise, que te avise, mira
Mira que te avise, que te avise, mira
Y ahora hay te ves, gris, gris
Mira que te avise, que te avise, mira
Mira que te avise, que te avise, mira
Y ahora hay te ves, gris, gris
Y ahora hay te ves, gris, gris
Y ahora hay te ves, gris, gris
Y siiin briiiiilloooo.

Otras añoranzas-7

Cuando, al fin, te sientas unido a lo demás y comprendas que sin ello no existes.
Cuando te apercibas formando parte de ese todo que te circunda
Y comprendas que sin ti, sin cada uno de los ti, tampoco eso existe
Y te des cuenta de que ese todo va siempre cambiando, desprendiéndose de unas partes
Y adjuntándose otras. Y que eso continua siempre, siempre
Y que, al cabo de un tiempo, ninguna parte sigue existiendo,
Ni aun las tuyas, en ese conjunto del que tu sigues formando parte.
Y cuando esto comprendas, verás como también comprendes
Que nunca puede acabar lo que nunca ha sido..

Otras añoranzas-6

Todos los amores que añoramos son los perdidos.
Ningún amor no perdido resulta ser luego cierto, tan solo gris e indefinido reflejo de lo ido.
Nos lamentamos de que lo verdadero no permanezca, sino que se vaya, que muera o se destierre.
Pero si se quedase, descubriríamos, de nuevo, su mentira
Y, otra vez, pensaríamos que el autentico se ha ido.

Otras añoranzas-5

¡Me ha costado tanto tiempo darme cuenta de que yo era tu!
Después, cuando la vida hemos desgastado inútilmente en deshacernos, ha surgido la respuesta a tan simplicísimo enigma.
¿Por qué todo lo sencillo ha de estar tan intrincadamente oculto?. Cuanto mas simple, mas oscuro.
Y, así, cuando la luz llega, aunque sea tarde, comprendemos súbitamente el falso sentido del tiempo.
Es un rompecabezas ¿te fijas? Un cubo de rubick, un sudoku, un crucigrama.
Finalmente al resolverlo nos entristece comprobar que no era la combinación de alguna oculta caja fuerte
Donde estuviera escondido el secreto de alguna otra cosa,
Aunque fuera algo tan simple como el destino.
Intentamos, o eso parece, averiguar la clave misteriosa de la que estamos hechos.
Será alguna simpleza, de eso estoy seguro.
Pero si la hallamos, ¡ay de nosotros!
¿luego, a que nos dedicaremos?

Otras añoranzas-4

Y algún día lloverá y se disolverá todo, todo.
Nuestra casa de barro, nuestros muebles de yeso, nuestros cuadros de azúcar y caramelo.
O vendrá un viento que comenzará por agitar las cortinas de alguna ventana abierta.
No sospecharás nada cuando cierres el postigo y la puerta.
Y te acurruques torpe, como animal, al fuego protector de la gran chimenea.
Entonces crecerá un silbido incierto, que confundirás, probablemente, con otros, anteriores siempre.
Vendrán los desconchones en las paredes, las humedades, las grietas…
Previsto para deshacerse cuando llegue su momento.
Escenario sabido, provisional. Montaje de caravana
Para el circo de feria en el que proyectaron entrarme
Para poder cobrar el precio
De mi entrada.
Pero luego ves y son todos.
Enanos, forzudos, cabezudos, trapecistas, payasos, gerentes. . todos
No saben quien montó el circo, no tienen tiempo para intentar averiguarlo.
Cuando alguien muere se reemplaza aprisa.
No hay lugar (ni ganas) para el llanto.
Que la función prosiga. Rápido.

Otras añoranzas-3

Si, ¡es que son tantos!
Por doquier amenazan con invadirnos
Con sus valores nuevos.
No traen civilización alguna, lo sé, pero ¡son tantos!
No dicen verdades, eso lo sabemos todos
Pero ¡de que modo insisten!
Con cuanta tenacidad
¿Cómo es que son tan incansables?
Han construido una tramoya, un proscenio, un escenario.
Representan su papel con convicción.
Ellos hacen de reyes, aunque ninguno lo creemos.
Pero ruedan nuestras cabezas ciertas
En sus inciertos cadalsos.

Otras añoranzas-2

Pero ni tu ni nadie ¿eh? ni tu ni nadie
Al menos nadie a quien me fuera dado conocer
En estas latitudes donde llega el sol y pronto decide ponerse
Donde dijeron que terminaba la tierra, o casi.
Si, hasta aquí llegaron ellos y llegué yo,
O mejor, me trajeron.
Probablemente en algún paquete
Extraviado o confundido.

Otras añoranzas-1

Casi puedo verte.
Tal vez estés ahora entretenida conversando naderías y con gana de irte
O tal vez ensimismada de nuevo en alguna película de dudoso rigor y de mala factura
Casi puedo verte. ¡te vi tantas veces!
Puedo sentir aun tu vivaracha risa, que ahora sé alocada
Balancearse aun sobre los mas tiernos asuntos
Sin sospechar siquiera la materia de que fueron hechos.

domingo, 10 de mayo de 2009

Poemas de la Extincion-2

Te he alcanzado
Allá lejos donde estabas entre sabanas rotas
Y te he encontrado, nadando al fin
En medio de ese rio tan tuyo, el que conoces tanto.
Allí estabas, partiendo con tu martillo los cristales en trozos
Que sesgaban tu carne sufrida, sangrando tanto.
Apenas me has mirado, absorta en inevitables sufrimientos.
Allí te he herido con mi mirada que quería cariñosa.
Nos hemos encontrado en ese instante rasgado
Mientras nos sonreímos
Acaso nada, un instante siquiera
Minúsculo, minúsculo, observable apenas
Bastante, sin embargo, para cruzarnos
la mirada. Si, la que conocíamos aun sin nacer
La que nos poseía cuando no éramos
Y que nos trajo acá
Para esta obra secreta
Tan nimia que casi se autoverguenza de serlo
Y de habernos implicado tanto.
O al menos eso dicen quienes nunca reconocieron
Nada mas de nosotros.
Por eso ríen objetos de cristal que se desbocan y desmenuzan.
Y frágiles ellos ante el bruto contacto con una realidad rudamente pétrea
Tan llena de aristas como falta de caridades o misericordias.
Si, la piedra no se compadece de los vidrios, mas bien los estalla
Y ellos nos remiten fulgores. Reverberan matices de colores
A los que nosotros, hacemos caso omiso
Y seguimos conversando como si tal
De acá para allá, sobre algún numero o documento contable.
Contamos. Atesoramos números desprovistos de cualidad o sustancia
Nos convertimos en cifras. Nos rehacemos en binarios.
Mientras la realidad se burla de todo ello una vez mas.
La conocemos bien, nos ha hecho tantas veces añicos
La queremos así, tan nuestra y poética
Y ella va y nos mata de la misma forma
Nos enfrenta a nuestros opuestos en lucha incesante e inútil para mas señas.
Nosotros repetimos, nunca supimos hacer otra cosa.
Los arboles, mientras, se andan meciendo
Y desprenden con sus otoños particulares
Ramas desgajadas por lepra no animal
Que también los contamina.
Pero ¡ son tan nuestros!.
¡ tan hermanos!
No hay arboles cainitas
O al menos tienen la sutileza de no parecerlo
Como, mas torpemente, hacemos nosotros. Si ¡ son hermanos!.
La misma realidad nos circuncida y oprime
La misma entidad nos desustancia y exige.
El mismo árbol al que amamos tanto
Nos devuelve su afecto y nos entrelaza
Y estruja con un mortal abrazo.
Al fin, parece que la vida finalmente nos falla
Que ambos, estemos o no, no sabemos.
Y entonces el tiempo, ese inmisericorde elemento
Que golpeaba al tambor también monocorde
Insensible siempre a nuestro cansancio o sufrimiento.
¡Oh!. ¡No golpees hoy!. Es fiesta o quizá
Haya muerto precisamente nuestro mejor amigo.
Tu insensibilidad te hace sorda ¿no lo comprendes?
Significa que te mata.
Estas muerta, tiempo, porque no hay nada que te afecte
Y es eso lo que llamamos muerto.
Y golpeas impasible con tu golpe de muerte
Marcándola continuamente a quien vive.
A quien cree en ella.
Te he encontrado mientras atravesabas el estrecho de las púas y las espinas
Reconocida por retales de vísceras o fragmentos de tripas
La sangre regaba todo el camino o lo marcaba o lo hacia
O decía tal vez que allí se estaba gestando vida
O que se había gastado o
Hablaba de tu elección o de ti misma.
Al final no se si eras o no
Pues ni siquiera podría estar seguro
De estar o haber estado alguna vez yo mismo.
Si es que tu y yo éramos algo así
Como cosas separadas.
¡ que importa!.
Que necia realidad osa aplicar su mirada
A esta sangre y emitir una palabra
Los fluidos o la vida no admiten traducción
Es un predicado o un pecado o una falta o un error o una impostura
Pero, a mi, ¿Qué mas me da?
Y a ti ¿Qué mas, también, te da?
Abre la ventana y deja que corra el aire por la habitación
Que juegue dentro de ella
Y que se quede si quiere o menudee
O se vaya hacia cualquiera otra parte
Y que sea allí donde dance, si es que así ha de ser
Que sea allí donde juegue, decía
Si eso quiere.
Nosotros no somos nada
Al aire no le importa lo que hacemos o dejamos de hacer
Todos nuestros actos son gratuitos
O libérrimos o fatales, o perdidos o escritos.
¡Todo parece tan fútil!
Y, sin embargo, es todo tan necesario.
Tan cósmica y gigantescamente preciso
Que si dejamos de escribir una sola de las prescindibles letras
O de verter una, una sola, de nuestras patéticas lagrimas
O abortamos la sarcástica risa a la que nos abocan las viciosas palabras.
Tal vez, digo solo tal vez, se desmorone el universo entero.
Pero solo tal vez, he dicho
Pues también puede hacer caso omiso
Y seguir como si no nos hubiera oído.
¡Es todo tan confuso!
O peor aun, tan arbitrario.
O quizá sea simplemente su mejor opciónEntre las nuestras.

Poemas de la Extincion-1

Deseaba justamente tenerte.
¡oh, si!¡Lo deseaba tanto!
Temiendo no alcanzar mi deseo, temiendo
Pasó media vida.
Y la que hoy me resta, tras alcanzarlo,
lo voy atravesando tristemente
Como un vagabundo
Sin horizonte ni objeto.

Poemas de la Efimera princesa-8

Si me hubieses oído
O alguien traducido mi voz
Silente durante años.
¡ ay!. Si hubieras sido
Si el proyecto que acunaba en el alma
Hubiera encarnado.
Si. Siempre.
Una posibilidad hay que explorarla siempre
Porque si acaso llega a ser
Abre como la mazorca la existencia
O, en caso contrario,
Aleja del error
A la mano que la sigue.

Poemas de la Efimera princesa-7

La culpa es mía, si, es solo mía.
No quiero que nadie reclame un trozo, aun mínimo.
La quiero toda, la del universo y la del tiempo, entera.
Porque voy a pagarla con sangre
Porque no quiero que vuelva a brotar jamás en el corazón de un hombre
La gratuita pena que amarga el alma que la contiene.

Poemas de la Efimera princesa-6

Para que mi dolor sea mas leve
Finges que me adoras.
Y dices que me entiendes
Y me siento no tan solo
Y me pienso querido
Y yo solo me pienso
Que finges que me adoras
Para que mi dolor
No sea tan agudo
Y muera sin llegar a saber
Que la espada que me atraviesa
Es innecesaria y es vana.

Poemas de la Efimera princesa-5

¡como habla el silencio, si, como habla!
O ladra, mas bien, escupe o ladra
Corta el universo con cuchillas
Que generan secciones planas.
Habitamos en el dolor, claro.
Retornamos. Hemos salido a buscar
Una piedra perdida, una lagrima hecha ámbar, una historia.
Hemos ido a comprobar que una vez fuimos.
Retornamos. Volvemos al lugar de siempre
Donde no hay nadie
Donde nos cuentan que el tiempo pasó
Que no resta nada, ni nadie, ni un recuerdo ni nada.
Y miramos esos balcones rotos, las paredes horadadas
Las manchas amarillas de viejas
Herrumbres, ciertos restos de papeles rasgados
Y sus habitantes, nuevos
Nos observan con ojos escépticos
Y nosotros que sabemos que emiten un juicio
Y en su interior descalificados
Nos expulsan de nuevo
A un exilio perpetuo.

Poemas de la Efimera princesa-4

A veces te me asemejas a una existencia intermitente
Como si una sombra ya si, ya no, te cubriese.
Hay ocasiones en que te veo, te vislumbro o intuyo.
Es entonces cuando creo. . .
Otras, en cambio, ni eso, ni eso…
Cuando te diluyes o endureces
Cuando cristalizas en minerales que cortan
Como bisturíes la materia de dentro
La que sangra sin color ni ruido
La que roba la vida y huye
Dejando un rastro de silencio mudo.

Poemas de la Efimera princesa-3

¿recuerdas?. Se perdió el poema
El solo se marchó a la tierra del olvido
Tal vez para buscar
Antiguas compañías que añoraba de mucho.
A quienes nunca, es seguro, conocerás
Porque existieron allá
En el tiempo ido
Donde no hubo encuentro con lo existente
Allá de donde provinieses
Y donde tu existencia ni se sospechase entre las otras
Ni tu te reconocerías en los infinitos rostros
Que te contenían.
Se habrá ido probablemente allá, lo mas seguro.
No volveremos a verlo nunca, ni tu, ni yo, ninguno de los dos.
Y, sin embargo, sabremos
Que un día fue todo nuestro
Solo nuestro
Y como viento que huye
O como nube que, a cada momento, se conforma
Ese poema y tu y yo y nosotros
Todos un día fuimos juntos
Una única cosa que se marchó al olvido.

Poemas de la Efimera princesa-2

Como lloré cuando te vi alejarte.
Te perdías ahondándote en el bosque, entre la niebla
Primero sutil, cuando iba desdibujando lentamente tu silueta.
Luego, espesando, al ocultar tu figura,
Hasta que no quedaba resto de ella
Nada que la diferenciase del fondo.
Fue entonces cuando noté tu ausencia.
El momento, si, cuando se piensa
Que comienza el olvido.
Allá en él, te sabía tan sola,
Te imaginaba nadeando, con la mente vacía
Yendo de un lugar a otro, sin que, en ninguno
Nada hubiera
Mientras yo, desde aquí, gritaba
Te gritaba por llamarte
Para decirte que no
Que ahí no
Que ahí, por dios, no
Que ese lugar al que ibas
Es en el que no resta nada
El sitio donde no hay espacio
Ni aire, ni olas, ni habrá nunca risas
De las que nazcan nuevas risas
Que no es el lugar de la alegría
Sino su apariencia
El reclamo eterno de la desdicha.
Y ahora, que has vuelto,
Que he visto de nuevo dibujarse tu silueta
Viniendo de la tierra de ninguna parte
Donde te creí perdida
De donde decían que nadie regresaba nunca
Y ahora, que veo
A mi alrededor, hierbas crecidas
Por la humedad del llanto,
Te apareces de nuevo
Y regresando traes contigo un mensaje
La silenciosa noticia de que no hay hombre,
Ni sombra humana, ni asomo de ser
Que pueda impedir por siempre
El brioso repunte de tu hermosura.

Poemas de la Efimera princesa-1

A ti, mi dama de las serpientes, reina de las flores.
A ti, quien tantos nombres tienes.
¡oh! Tienes tantos que te llaman la innombrable.
Ciertamente solo Dios tiene mas nombres que tu.
Pero voy a ponerte uno nuevo,
Un nombre oculto, que solo yo conozco
Y te lo revelo hoy porque dios así lo quiere
Y te bautizo con un nuevo nombre
Angola.
Te he puesto nombre de tierra africana, de tierra madre
nombre de lugar fecundo
De lugar de donde salen todas las ramas
De donde la fronda invade los terrenos yermos
Y convierte los desiertos en los paramos floridos que añoramos
Y los verdes valles que nos quisieron siempre.
Tienes la fuerza de las cosas ciertas y la belleza de las cosas buenas.
Tienes raíces que penetran en la tierra generosa
Y se hunden en el tiempo eterno
Para sacar de ahí abajo
Donde no hay luz ni apariencia de nada
Las bellas hermosuras,
Los tiernos brotes
Que desde siempre
te aguardaban
Te he puesto nombre de nuevas, para estrenarlo
Nombre nuevo contra el olvido
O la historia pasada, o la broma jocosa
Te he puesto nombre otro
A los muchos que tenias
Porque atesorabas
Otro aspecto tuyo
Que escondías y revelabas.
¡Tienes tantos aspectos!
Ciertamente tienes reflejos de arco iris
Irisaciones de brillantes
Brillos de oscuros azabaches
Olores de jazmines y azaleasY rosas, y rosas, y rosas

Añoranzas de la nada-4

¿y si te pongo un nombre?
¿y si te invento?
No existirás entonces
Para decirme y escucharme
Lo que quiero

Añoranzas de la nada-3

Una palabra es un testamento que uno escribe para nadie en concreto
Pero que sale de una necesidad que esta ahí puesta muy adentro
Y que quiere que se saque y que se escriba
Y que no deja de no hacerlo.

Añoranzas de la nada-2

A ti me dirijo. No se si existes
Mientras estuve, no desde luego
Pero tal vez mas tarde ¿Quién sabe?
O quizá antes y me buscaste
Y era yo quien no estaba.
Una carta escrita de silencio
Porque no hay palabra
Y tal vez sea a mi
A quien dirijo mi escrito
Sin saber como hacerlo.

Añoranzas de la nada-1

El silencio a veces murmura y a veces clama
A veces toca esa cuerda extraña que desmorona
Nos coge de improviso, nos asalta
Cuando descuidados andamos mirando allá
Hacia la nada que siempre vimos
Y que nos entretuvo tan a menudo.

Canciones-2

Aunque lo cante
Es un susurro al oído
Que grito
Que grito fuerte
Que grito
Porque no me atrevo
A acercarme
A acercarme a tu oído
A tu oído
Para decírtelo
Suavito, suavito
suavito
Que quiero llegarte
Que si no puedo acercarme
Lo grito, lo grito fuerte
Fuerte lo grito
Para acercarme
Que tengo miedo de ti
Que me desoigas
o que me atrapes
Que no puedo ir por ahí
Como si tu no existieses
Como si tu no existieses
Que lo intento te lo juro
Que intento no mirarte
Mirar hacia otro lado
Que intento no mirarte
Y que a pesar de ello
Siempre te veo
Y se que estas ahí
Ahí aunque no sepa
Aun
Quien eres
Quien eres
Escúchame tu que lo sabes
Óyeme hablarte
Al menos tu
Que me conoces
Que me conoces
Y lo sabes.

Canciones-1

Ya se que es tarde
Pero te traigo ahora
La canción de amor
Que te escribí antes
La canción de amor
Que la pensé pronto
Sabiendo que te llegaría tarde
Que la pensé para ti
A quien te llegará tarde
Harás como que la desoyes
Porque te llega tarde
Te llega tarde
Antes no pudo ser
Fue temprano entonces
Y luego fue ya tan pronto
Y ya era tarde
No tuvo nunca su ahora
No nos lo dieron
Cuando otros lo hallan
Antes de que fuera tarde
De que fuera tarde
Yo lo supe al verte
Lo supe
E imagine que hubo un antes
o un después
En que podíamos haber sido
Sin que fuera tarde
Pero te la escribo ahora
Aunque te llegue tarde
No tuvo nunca su momento
Y te llegará tarde
Te llegará tarde
Pero quiero que la oigas
Tal vez en otra voz.
Aunque te llegue tarde
No te muevas
No quiero de ti un gesto
Que te delate ahora
Cuando ya es tarde
Quiero que al oírla
No te delate
Porque ya no estoy aquí
Cuando mi voz te llega
Cuando te llega tarde
Mi voz la emití entonces
En mi sola soledad
Sabiendo que para mi
Entonces ya era tarde
Cuando para ti era pronto
Y para mi era tarde.
No la desoigas
Es mi voz
Aunque ahora
te llegue tarde.
Te llegue tarde.
Porque ya no estoy aquí
Cuando mi voz te llega
Cuando te llega tarde

Poemas Delficos-144

Nos llevó esa misma música
Que hizo mecer a las espigas
Mientras las sopló el viento.
Como a ellas
Nos onduló su son
Juntándonos
Para perdernos luego
Y encontrarnos después.

Poemas Delficos-143

Hemos bailado
Un baile cuya música no hicimos
Pero cuyo son nos arrastró a ambos
Hacia otro lugar
Dejando atrás
Esos negros fantasmas
Que convivían con nosotros
Haciéndonos creer
Que nosotros
Éramos ellos.

Poemas Delficos-142

Creyendo haber sacado de mí
toda sustancia
La colorida araña
me expulsó a golpes
de la madriguera
Temí salir
Pues había creído siempre
vanas palabras que decían:
este es tu hogar
Su color, tu verdadera alegría
Aun, pacientemente, fuera
aguardaba mi regreso
El otro yo que me completa
Quien apercibido del engaño
Jamás quiso adentrar su parte
En la dormidera
de su amueblada guarida.

Poemas Delficos-141

Vi su ocultado rostro
Justo un momento antes
De que con su daga
hincase en mi costado
La traición.
Pero por la herida abierta
Fluyó mi pensamiento
Fecundando con su verdad
Los floridos campos
En cuyo verdor crecido
Ahora estoy y me deleito.

Poemas Delficos-140

Tuve que sacar de mi
Rencores y pesadillas
Reclamarme de nuevo
Desde el origen.
para encontrar
A ese alguien
Abandonado antes
enteramente
En el olvido.

Poemas Delficos-139

Pasan las horas
Y pasan los días.
En mi cabeza,
Los recuerdos se acumulan
Pujando por salir.
Ahora, cuando apenas hay tiempo.

Poemas Delficos-138

Antes, creía yo ser
Dueño de mi
Hasta apercibirme, un día
De que todos mis motivos
Sobrevenidos
Me usaban únicamente
Como instrumento. Para su propio fin

Poemas Delficos-137

He visto a un hombre
Acompañado por una mujer.
Pero una mujer, a mi lado
Ha visto a una mujer
Acompañada por un hombre.
No obstante, ambos
Creímos ver
A la misma pareja.
Y no fue así.

Poemas Delficos-136

Siempre he sabido
Que amor es la única palabra
Con consistencia propia.
Lo demás, no importa
Nada, en absoluto nada.

Poemas Delficos-135

Os he querido, si, os lo confieso.
Tal vez calladamente
Para que mi ida inevitable
No os desgarrase luego.

Poemas Delficos-134

Se cuidadoso, te he dicho
No sigas la senda de mi extravío
No la tomes como ejemplo
Pues yo mismo la he recorrido
Para apartar con mi andar
esa alternativa de tu propio camino.

Poemas Delficos-133

Si callo hablo también
Todo lo contrario
Si hablo, todo lo demás
Lo callo.

Poemas Delficos-132

No hay vacio
El mismo es la mitad justa
De lo lleno

Poemas Delficos-131

No hubo palabra necesaria
Ni palabra inútil
Cada una hizo lo suyo
Cada una su parte
La silenciada
O la escrita.

Poemas Delficos-130

Me basta tu silencio
Saber que ha sido
Alguna vez
Es saber que esSiempre

Poemas Delficos-129

Mirarnos y entendernos
Aunque siempre
Tal vez si
O tal vez no.
Pero dime:
¿tienes tu alguna otra alternativa que mejor nos convenga?

Poemas Delficos-128

Ver y cerrar los ojos
Saber y callar
Conocer y permitir forzosamente
El mismo acontecer
Inevitable siempre.

Poemas Delficos-127

No, no es un capricho
Mas bien un dibujo al revés
Que haga ver algo
De este papel blanco
Sobre el que dibujo palabras
Cualesquiera siempre
Forzosamente en negro.

Poemas Delficos-126

Pues no hablo lo que digo, no
Si hablo es solo para silenciar
Aquello otro que, sin embargoCallo.

Poemas Delficos-125

Sin palabras.
Este poema no habla.
No está escrito.
Solo lo percibe
Quien lo ve mudo.

Poemas Delficos-124

Soy discreto. No temas.
Mi voz no llegará a otros oídos
Este escrito, invisible a sus ojos
Solo enciende los tuyos,
Cuando lo miras.

Poemas Delficos-123

No llegaré yo sino a quien quiero
Hasta ese que deseo llegar yo llego
El que yo se
El que el sabe que lo espera

Poemas Delficos-122

Mi alma brota como una fuente
Como un rio fluyo ahora
Nuevamente
Dejo escapar el contenido
Para que corra, corra
Y se disperse luego.

Poemas Delficos-121

Te vas y vienes
Continuamente
A cada paso
Dejándome una huella
Permanente.

Poemas Delficos-120

Los días, los años,
La duración de la vida
¿Cuánto es?
¿un numero?
U otra cosa
Ajena a él
Que lo comprende
Y ama.

Poemas Delficos-119

Estas ahí,
de momento, quedo.
Sin intranquilidad aguardo.
Estoy sin prisa
Sin inquietud
Sabiendo que la espera
No consume un tiempo
Que no existe.

Poemas Delficos-118

Al abandonar la búsqueda
Cuando todo objetivo ido
Deja el campo sin contenido,
Ningún objeto atrayendo la mirada
Ni nada que reclame nada
Cuando llega el vacio
La soledad no hiere
Y lo percibo

Poemas Delficos-117

Que oculto el bien, que huidizo.
Que fugaz pasó ante nuestros ojos.
Por cuán poco tiempo lo vimos.
Apenas un fantasma de luz
Oculto pronto tras la esquina.
Pero eso bastó
Para saber que ahí está
Siempre.
No precisa mas
Para mostrarse a quien quiere.

Poemas Delficos-116

Tu y yo Uno
A cualquier escala
El mismo.
A mi escala sufro
Tu dolor, a la mía enorme
Y alcanzo a imaginar tu inmensidad
Gracias a la escala misma en tu sufrimiento.
Me has mostrado una pequeña parte
Y es con ella que te entiendo y que te siento.

Poemas Delficos-115

Fue un acto de odio
con el que atacaste
y sorprendiste.
Una traición impredecible
desintegró el mundo
Hiriendo gravemente.
Yo, por mi parte, aun vivo,
Te envió una sola palabra
Simple.
la de amor, que nunca viste.
Llegará justo al centro de tu corazón,
Porque hacia allá va indetenible,
Pero para ti, ahora mismo, ya es,
por ello, demasiado tarde.
Cuando ella llegue, sola,
Hirviendo, hará saltar las pesadas tapaderas,
bajo las que aun intentas afanosamente
ocultar el propio horror
de ti misma.

Poemas Delficos-114

Ahora que se que nada es
Sino la transición
Fruto de un momento
Ahora que ya lo se
Ello paradójicamente
me establece.

Poemas Delficos-113

Un soldado puede elegir un bando.
Con ello acortará o alargará la guerra
, según sea el caso.
Pero jamás determinaran sus actos
Un inevitable resultado
Esa es toda su labor, la que le compete.
En lo que a mí respecta, su dictado.

Poemas Delficos-112

La injusticia nunca
puede ganar una guerra
A su alcance solo queda
La fugaz victoria
De una efímera batalla.

Poemas Delficos-111

No, el fracaso no es tampoco perder una guerra
Pues no existe una guerra
Que no sea en si misma también una batalla.
Solo hay una única guerra
Que concluye solo,
cuando crea, al fin, un orden estable,
en su interior, libre y sin conflicto alguno.
Esa es la autentica guerra, créeme
Lo demás son solo batallas, perdidas siempre,
por quien el desorden procura,
De antemano.

Poemas Delficos-110

Acabar una guerra
implica muchas batallas previas.
Algunas ganadas, otras perdidas.
Poder ganarla precisa de todas.
Una batalla perdida solo es un momento
de una guerra ganada.

Poemas Delficos-109

Si me asiento en roca sólida
Si percibo claro mi horizonte
Si mi quehacer es mi firmeza
Si esto que hago me place,
Sana, limpia, llanamente.
Sin inquietud alguna.
¿Por qué me llaman hacia lo mejor?
Si es ahí ya donde me encuentro.

Poemas Delficos-108

¿Por qué claman todos, como uno solo
Ven, aquí estamos, esta es la verdad,
La única que nos conviene?.
¿Por qué si no siento que me quieren?
Si yo, desde mi cauto puesto,
Veo lentamente hundirse ese barco
Que a todos ellos contiene.

Poemas Delficos-107

Lo que ves, no es, te dice. Eres ciego.
Deja que él te tome de la mano
Y te conduzca a donde quieres ir.
Al llegar, tras cerrar la puerta
Te hablará mas claro.

Poemas Delficos-106

Destino no es sino horizonte
Tu decides, tu caminas
Llegues o no ¿Qué importa?
Alineado andas hacia ello que tu sabes.
¿un espejismo tal vez?¿Qué importa?
¿acaso no puedes también tu pensar lo mismo del suyo?
En todo caso lo cierto para él jamás será lo cierto tuyo.

Poemas Delficos-105

Confundido
No habrá para ti
Izquierda ni derecha
Arriba o abajo
Serán iguales.
Te dejarás empujar ¿Por qué no?
Sin oponer criterio
A ese lugar al que el mendaz
Llama destino.

Poemas Delficos-104

Primero se rompe la prudencia
¿Quién puede discernir lo verdadero de lo falso?
¿Cómo sabes que no miento?
Voy vestido igual, o aun peor
Que el mentiroso.

Poemas Delficos-103

Si la vanidad no es percibida
Tras su brillante disfraz, tan colorido.
Si fijamos su mirada en ella
Como Circe, petrifica.
En una tensa inquietud
Que nunca acaba.

Poemas Delficos-102

La mirada sabia
Deshace las vanidades
Y ellas huyen humilladas.
Llevándose sus sonoras trompetas
Hacia el turbio hogar
Donde fueron gestadas.

Poemas Delficos-101

Limpiarse
Asumirse
Callarse
Confiarse
Subsumirse
Ser transformado luego.
Y hacer la única cosa posible.
Consistirse.

Poemas Delficos-100

Bastaría romper la cuerda
Cada uno la suya
Para que no existiesen.
Bastaría creer de nuevo
Que una sola, una sola
Es una tentación irresistible
Esa gran ventaja para uno mismo
para, de nuevo, reponerlas todas.

Poemas Delficos-99

No es el equilibrio este potro
Este tormento que descuartiza.
Sino el romper la cuerda
Que basta no querer atormentar
Para que ningún tormento exista.

Poemas Delficos-98

La verdad se sabe
Pero se olvida
De nuevo el color
La forma, la vanidad
Atrae la mirada
Y nos extravía.
Siempre igual.
Pero siempre igual
Nos damos cuenta.

Poemas Delficos-97

He visto una anciana
Arrugada por el paso de los años
Desvaída por la vida
Yéndose.
Me ha mirado, tras su historia
Y está limpia
Sin disfraz alguno
Innecesario.
¡Cuanta belleza!

Poemas Delficos-96

Desconfía de todo placer
Sobrevenido
Aun cuando, entonces
Aun te oculte el precio
Que te muestre luego.

Poemas Delficos-95

Corre de acá para allá
U olvida el deseo.
El, dentro, manda
Y habrás de obedecer
Si lo introduces
Pero, antes, tu decides
Si abrir o no la puerta.
A ese seductor intruso.

Poemas Delficos-94

Nada hallarás aquí
Pero, no busques
Tampoco allí
Estará lo que deseas.
Está en ti
Esa es la única campana
Que puedes oír
Cuando, desde aquí
Toco la mía
Esa es toda mi pretensión
Cuando vibre la tuya
También yo,
Desde aquí
Oiré tu resonancia.
Como tu la mía.

Poemas Delficos-93

Por eso te digo:
"cierra este libro"
O, si lo lees
Solo lee lo tuyo.

Poemas Delficos-92

Nadie tiene la verdad
Pues está en todos
Quien te dice algo
Que no está en ti.
Previamente sabes
Que no es tuyo.

Poemas Delficos-91

Yo te digo:
"huye de la mendacidad"
Sigue tu senda
Sin preguntarte mas
Desoyendo ruidos.
Es así de fácil
Y no hay mas.

Poemas Delficos-90

No envidies a quienes dicen
"mira como corro".
Por el contrario, incítalos
Con tu aplauso hacia su meta.
Lo precisan para continuar
Pues ellos mismos
La escogieron.

Poemas Delficos-89

Si vas tras algo
Te pasarás la vida corriendo
Hacia ninguna parte.
Cuando lo alcances
¿hacia donde correrás de nuevo?

Poemas Delficos-88

No produce la risa
Ni provoca el llanto
No existe temor
Ni existe deseo
El amor
A si mismo se basta
En el justo equilibrio
Entre la paz y el gozo.
Que posee y alcanza.

Poemas Delficos-87

El amor es meramente
Un estado
De equilibrio perfecto
Que culmina
Desde el puede verse
Cualquier movimiento
Como un baile
Inocuo al fin
Y sin tiempo
Divertido

Poemas Delficos-86

Por eso el amor
No es de aquí
Donde todo se mezcla
Y tiende
Continuamente
A dejar de ser

Poemas Delficos-85

Nada turba ni inquieta el amor
Sino que estático es
Al mismo tiempo muerto
Y vivo.

Poemas Delficos-84

No desasosiega el amor.
Lo hace el deseo.
El amor es tan solo una calma
Tan autónoma en si
Que nada le falta
Y a nada aspira.

Poemas Delficos-83

Venimos y nos vamos.
Ajenos a los ajenos ojos.
Vamos y volvemos.
Junto al Universo
Bailando
Ajenos al sentido
De esta danza
que extraña es
e inalcanzable nos contiene.

Poemas Delficos-82

Para que no escape
El caballo se ata
Con una cuerda.
Pero si lo amarras
¿Cómo pretendes que galope?
Y si nunca lo sueltas
Dime ¿de que te sirve?

Poemas Delficos-81

Me has dicho: Tengo poca fuerza.
Te quejas
Y sin embargo,
Sigues dando vueltas
A la noria incesante.
Si así la consumes.
¿Qué te asombra de ello?

Poemas Delficos-80

Frente a mi puedes optar
Por desnudarte o cubrirte
Sea como desees.
Si quieres desnudo, así me hallarás.
Si vestido, así estaré yo también.
Según tu elección, así te espero
Con parecido resultado.

Poemas Delficos-79

Si me dirijo a ti
Es por algo.
Así es.
No es una palabra mas.
Ni es solo una escritura.
Límpiate bien,
Deja que no te hable yo
Y te alcance el silencio.

Poemas Delficos-78

La palabra se planta
Como un árbol
Su semilla, si fecunda
Diversifica en cada lugar
Como algo nuevo.

Poemas Delficos-77

Te escribo.
Puedo decir: No se quien eres.
Pero, siendo sincero, lo sé
Sé a quien escribo. Te conozco.
De otro modo ¿Cómo podría hablarte?
¿Cómo sabría yo si no que me entiendes?
Si no te conociese
¿crees que perdería el escaso tiempo
hilando palabras vanas?
Sin ti
Solo serían signos de un jeroglífico
No tendrían entonces el menor sentido.

Poemas Delficos-76

Al leerme, no olvides
Tu voluntad.
Es ella quien ha de decidir,
No te abandones a inercia alguna,
Ni aun a esta.
No es diferente de las demás
Si no lo deseas, debes dejarlo
Para obviarme, basta cerrar
Pasar la hoja, si es el caso.
Aquí quedará aguardando,
mi voluntad escrita,
Por si deseas volver,
Durante el cierto tiempo
De que dispone.

Poemas Delficos-75

Si una minúscula partícula
Al liberarse
Emite una fuerza gigantesca
No te sientas ingenuamente débil
Pues, ¿que crees que encierras?

Poemas Delficos-74

Para crecer, límpiate
Lávate primero.
Aguárdame luego
Al anochecer.
Que iré.

Poemas Delficos-73

Es fría y menuda
La onda que nos repulsa.
Amplia y cálida
Quien nos acoge.
Dime ¿hacia donde iremos?

Poemas Delficos-72

Viene mendaz con su sonrisa
Los ojos brillantes
prestos a cautivarnos,
Enfundado en una grácil figura
Inmerso en una nube
De seductor perfume.
¿Quién podría resistirse?
Pero nosotros ya le hemos conocido
Bajo mil formas.

Poemas Delficos-71

Una música tenue
Una leve brisa.
Tu lo sabes,
Nada alborota
A quien no quiere.

Poemas Delficos-70

Juntos hemos visto
La luz de la aurora
Y el dorado crepúsculo
No una vez, sino varias
Como muchos otros.
Tras ello
¿Cómo querría otro deseo?

Poemas Delficos-69

Te alcanzo únicamente
Si es mi silencio el que lo hace
Si, al contrario, mi ruido te entretiene
Desóyelo
Si tal cosa hacen mis palabras
Solo son basura en tus oídos
Arrójalas,
No dejes que creciendo en tu interior
Luego se hiciese demasiado tarde
Para entenderlo.

Poemas Delficos-68

Si esta palabra
Tiene algo de sutil
Será solo su fugacidad
Dejarla volar
Para que llegue a ti.
Dejar que te alcance
Silenciosa
Y sin contenido.

Poemas Delficos-67

Elimina tu duda
Implanta tu certeza
Abandona de una vez
Tu turbio remolino.
Nada guardes
Deja que se escapen
Todos tus pájaros
Déjalos volar
Unos irán libremente al norte
A otros su albedrío los llevará al sur.

Poemas Delficos-66

Miro la luz
Y me ciega
Miro la sombra.
Nada veo.
Y, sin embargo puedo entreverte
En la penumbra de la tarde.

Poemas Delficos-65

Hago la palabra que elijo.
Y tu el sentido.
Podría haber hecho otra,
Distinta a ésta.
Mas no ha sido así,
Ha sido precisamente esta.
Que pregunta ahora en ti
Pidiéndote a ti mismo.
Precisamente a ti
Si, a ti
Tu imprescindible sentido.

Poemas Delficos-64

Tan nada como yo
Así eres tu.
Pero si fuera tan, tan así. ¿verdad?
Ni yo te escribiría ahora
Ni tu me leerías luego.

Poemas Delficos-63

Ni tan flaco y alto
Como te dice un espejo
Ni tan bajo ni gordo
Como te muestra el contrario.
Tu mismo has de saber mirarte
Tu propio tamaño
en tu propio espejo.

Poemas Delficos-62

Mide bien tus fuerzas
En el mendaz espejo
Del enemigo.
Las podrás medir
Si con prudencia descrees
Lo que allí meramente veas.

Poemas Delficos-61

El miedo es un esclavo
Que obedece siempre.
Le dices ven y viene
Le dices vete y se va.
Pero si lo echas fuera
Entrará en la casa de todos.

Poemas Delficos-60

Si ves algo
No te detengas
La mera observación.
Siempre defrauda
Si ello haces te detienes
Y nada avanzas.
Mira mejor su orientación
Ella te proporcionará
La señal que esperas.
Si adecuada síguela,
Si errada la obvias
Y de nuevo buscas
tranquilamente
Aquella otra que conviene.

Poemas Delficos-59

¿quieres saber la verdad?
Olvídalo.
Solo hay inteligencia y fuerza.
No hay mas.
Tu mundo es un único hilo
Del que frutas prenden.
Comételas
Y deja que ellas solas
Desenreden su lio.

Poemas Delficos-58

No pretendas llegar hasta mí.
Porque es un camino demasiado largo
Que no te requiero.
Solo te basta acercarte.
No otra cosa solicito de ti.
Estar mas cerca de mí
Que de ninguno.
Eso me basta
Para hacerte mío.

Poemas Delficos-57

Si quieres encontrar algo absolutamente bueno
Yo digo de ti: Eres un insensato.
Si rechazas lo bueno, por imperfecto.
Te repito insensato.
Tu prudencia no consiste en discernir
Lo bueno de lo malo.
Bástete diferenciar lo mas y lo menos.
No te extravíes jamás por la irrecorrible senda
De lo absoluto.

Poemas Delficos-56

Mis ojos no ven,
Si, al mismo tiempo,
No dejan de ver.
Ni mis oídos oyen,
Ni ninguno de mis sentidos,
Pueden seguir otro procedimiento.
Dime: ¿debería esperar algo diferente
en mi razonamiento?.

Poemas Delficos-55

La misma eternidad enfrentada
Para crear lo transitorio
Frente a ella.
Así, este momento inestable,
En el que me creo ser
Y solo estoy siendo.

Poemas Delficos-54

Que choque gigantesco
Permitió, en cada cosa, encontrarse.
Ocultos ambos.
Haciendo dividir los infinitos
Para mostrarnos
Solo un numero real
Al que damos por cierto.

Poemas Delficos-53

Solemos ver el contraste
Y nunca el todo.
Vemos algo con luz
O algo con sombra.
Ciegos somos en cambio
A toda la luz
Y a toda la sombra.

Poemas Delficos-52

Como bailas
Y dejas oír, a veces, tu inaudible música.
Tu, el silencioso.
Quien cuando callas
Nos permites oír tu silencio.

Poemas Delficos-51

Todo sufrimiento
es un camino inevitable
Que alguien habrá de recorrer.
Su aspereza, bien sabida, agrada.
Todo dolor sentido,
Si bien se sabe, es gozo.
No volverá a dañar
A nadie mas, de ese modo.
Todo gozo, obtenido sin sufrimiento,
Es solo un préstamo,
Que conviene saber administrar
Sabiamente.
Quien no paga sus intereses por él,
A la ruina llega.

Poemas Delficos-50

Todo trabajo hecho
Queda ahí, como labor realizada.
Si hay 10 caminos,
y solo una salida.
Quien recorre nueve
Sin hallarla.
Es quien la ha encontrado.
Solo es él quien no lo sabe.
Quien luego la encuentre
La creerá, vanamente, propia.
Luego, yo adjudico
A cada cual lo suyo.

Poemas Delficos-49

Lo que existe es, sin valoración.
Lo que quiere ser, quiere ser.
Lo que no ha de ser,
Ha de recorrer también un camino
Para llegar a ello.

Poemas Delficos-48

Si estoy por ti sustentado
¿Por qué temer al error?
También a él lo sustentas
Como conmigo haces,
Del mismo modo.
¿Quién puede decir de mi que soy un error?
¿de quien puedo decir yo tal cosa?

Poemas Delficos-47

Tal vez me sea mas fácil imaginarte
Si, por un momento, supongo que no existes.
Si, por un instante, imagino un mundo,
En el que tu, no estando, sea.
Y entonces, mientras contemplo
Ese instante minúsculo
Infinitamente pequeño
Mientras todo se disgrega
De inmediato
Hacia la imposibilidad de ser,
Me dejas entrever
Que estas constituyendo
Incluso mi pregunta absurda
Que sin ti
Carece ella misma de sustento.

Poemas Delficos-46

Estas
Simplemente estas
Quizás lo llenas tanto todo
Como un ruido de fondo
Que nunca cesa
y nadie percibe.

Poemas Delficos-45

Rompes con tu martillo mis imágenes
¿para que me las das?
Para que me pides que construya mundos
Que, luego, tu deshaces.
Tu mismo, el silencioso
El deshacedor de las imágenes
Yo, dócil, te obedezco
Sin esperar, siquiera
Que tu mismo tengas
La razón de todo esto.
Te hago caso
Y eso es todo.
Sigo tus guiños,
Eso es todo.

Poemas Delficos-44

Truenes o lluevas
¿Qué mas da?
Siempre lo haces
Siempre me zarandeas y me llevas.
Y yo ya me dejo
Dócilmente me dejo llevar
A donde siempre me llevas.

Poemas Delficos-43

He dado todo de mi
He explorado toda duda o tormento
Ahora suéltame
Suéltame ahora
Hacia la nada.

Poemas Delficos-42

No quiero mas mente
Ni un poco mas, nada
Suéltame
Déjame no ser, no consistir
Déjame escaparme
Convertirme con las cosas simples
En esa nada
Que, cariñosamente, acune de nuevo
mi simpleza, sin ninguna pregunta
Ni ninguna demanda

Poemas Delficos-41

Quiero que me digas
Sea
Que me abandones
A un movimiento
Que me entretenga
Que me liberes
Hacia ese lugar
En el que todos los demás
Se mecen.

Poemas Delficos-40

Quiero ser simple
Como un viento fluir
Sin pregunta alguna
Que me estanque
En una atmosfera
Que se vicia siempre
En el mismo vapor.

Poemas Delficos-39

Quiero romper este muro
Me has enquistado
Con el hilo resistente de la sabiduría.
Mas ¿para que?
Déjame correr por los campos
Que nunca antes jamás
Había añorado.

Poemas Delficos-38

Tuyo soy
Eso en mi interior proclamo
Soy tuyo
Y, paciente, aguardo.
Tu resolución
En el silencio.

Poemas Delficos-37

A veces
Pasa por mi un instante
En que te entiendo
Desde la luz y la sombra
En la penumbra te entreveo.
Silencioso, sonriente,
Me haces guiños
Al acierto.

Poemas Delficos-36

Pero no ser es no ser
Aquí no hay paz
sin tormento
Escindirse.
Es la nada el todo.
Escindir la paz,
Del sufrimiento.

Poemas Delficos-35

Que fácil hubiera sido
Quedarse quedo
No ser
Frente a esto.

Poemas Delficos-34

Te has diversificado
Para ver todas las cosas
Desde todos los sitios
Te has dividido
Para sentir todos los sentimientos
Desde todos los seres
Y en todos los momentos.
Todo el gozo
Y todo el sufrimiento.
Toda la paz
Y todo el tormento.

Poemas Delficos-33

Tu quieres de mi
Lo que yo quiero.
No soy yo
Eres tu.
Hablas con mi boca
Y te haces preguntas,
expresándote anhelos
No me llegan respuestas
Ya sé. No estoy aquí para eso
Soy tu correo, tu mensajero.
Desde aquí te envío las preguntas
Que con mi boca te haces.
Te envió los deseos que desde este lugar
Tu estas sintiendo.
Entre ellos, la curiosidad que sientes
por la adecuada respuesta que tu mismo, sin embargo, tienes.
Y tu propia necesidad de dar fin
A tu propio tormento.

Poemas Delficos-32

Me dirijo a ti, el callador.
Lanzo mis preguntas
Hacia tu silencio.
No importa que calles
Ya hablo yo
Las respuestas que espero.

Poemas Delficos-31

Si la muerte es el inevitable fin
De cualquier acto
Ya sea sol o planeta.
Si todo esto, todo
Es transitorio
Mi escrito y mi lectura
¿Qué importa que permanezcan
Instantes o siglos?
Importa que sean, simplemente.
Todo acto efímero,
Es así un acto eterno.

Poemas Delficos-30

Si pudiera resumir en una sola palabra lo que sé
No la diría
No es que fuera cruel o quisiera
Guardar para mi solo ese conocimiento
Que se no mío.
No, no es eso.
Es solo que presiento que tal acto
Sería una intromisión indebida,
En tu intimidad oculta.
Que cada cual debe buscar
Su palabra propia
La que solo para él aguarda.
Solo para él escondida.

Poemas Delficos-29

A veces prevemos
Lo que, luego, no acontece.
Otras postvemos
Sabiendo tarde
Que algo pudo haber sido.
Que pocas veces acontece,
que veamos solo lo que es.
En ese momento justo
En el que lo que es, es.
No un fuera, ni un ha sido.

Poemas Delficos-28

He recordado antiguos ojos
Antiguas expresiones
Que ahora sabría reconocer.
Se fueron, sin saber que las mías
Inexpresadas y acordes
También se han ido.

Poemas Delficos-27

He tomado el zumo de una naranja,
Acompañado de su pulpa.
Ofrecida por un árbol
A quien burlé su intención
Arrojando a la basura
Una cascara sin semillas.

Poemas Delficos-26

En todo caso, no me sustraigo
No te pongo pretextos
O pienso ardides
O justifico excusas.
Te sigo fielmente, a mi entender,
Tal vez corto o errado,

Poemas Delficos-25

Me has puesto en un lugar tan desproporcionado
Dime ¿Qué esperas?
No se hacer mas
Tampoco menos
Hago cuanto se
Y sin embargo, no se que hago
Tu sabrás, tal vez
A que viene este absurdo servicio.

Poemas Delficos-24

Eres siempre tan así
Misterioso y compasivo
Yo se y tu sabes
Y tu sabes que yo se
Y yo se que tu sabes
No me dices mas
Y yo espero
Eternamente espero

Poemas Delficos-23

Cuantas veces me dirijo a ti
Me esperas con la misma mirada
Nos entendemos
Mudamente, nos entendemos
Nada de lo que me dices
Puede ser dicho
Mi mirada te suplica
Un algo mas
Que no llega.

Poemas Delficos-22

Tu que sabes
Enséñame a engañarme
Llévame de nuevo a ese prado
Repleto de fantasmas coloridos
Y de promesas hermosas
Déjame vivir de nuevo
Hacerme una nueva casa
En el terreno apropiado de la fantasía.
Yo prometo a cambio no desvelar tu secreto
Fingiré creerme todo, todo, enteramente todo
Hasta que quieras deshacer la imagen
Y devolverme, otra vez, al punto de partida.

Poemas Delficos-21

La ilusión
Es siempre tan cansina
Que pereza comenzar de nuevo
A reiterar otra vez
Lo ya vivido

Poemas Delficos-20

¿Es posible escribir un poema de amor,
Cuando se sabe?
Cuando se ha visto mil veces ya
El eslabón con que comienza
La cadena
Y el ultimo eslabón, en la que acaba.
Escribir un poema de amor, desde ahí
Es siempre escribir
Ese único poema
Que repetimos de continuo.

Poemas Delficos-19

Nos empujas, nos arrastras, nos llevas.
Nos abandonas a veces
Dejándonos ver la desnudez absoluta.
Luego, cuando llegas de nuevo
Nos conduces, otra vez
Hacia los mismos sitios.

Poemas Delficos-18

Seguir, seguir, siempre seguir.
Hacia atrás o hacia delante
¿a quien le importa?
Seguir es continuar siguiendo
Haciendo el inventado espíritu
Que alguien tramó, tiempo ha.

Poemas Delficos-17

Un perfil es un deseo,
También vano se diluye al alcanzarlo.
No, no es eso. No está ahí
Tampoco ahí
Lo que el alma reclama.
Esta alma loca
Teme, finalmente
Alcanzar el deseo
Que la culmina
Y acaba.

Poemas Delficos-16

La muchedumbre, el ruido, el ajetreo
Los mil reclamos, las voces
Nos llaman hacia todas partes,
Al mismo tiempo.
Dime: ¿las atendemos?
O las observamos quedos
Incrédulos
Ante la percibida vanidad
De sus demandas.

Poemas Delficos-15

La soledad es un conducto.
Como un pasillo
Largo, como un hilo
En ella no hay antes o después
Mas no está quieta
Sentimos que se desliza
Hacia algún lugar
Que no entendemos.

Poemas Delficos-14

La muerte no es un don, sino un empeño
Nos llega cuando nos llega
Ajena a nuestro entender o nuestro deseo.
Cuando viene, no sabemos
Apenas nada de ella.
¿sabrá ella algo de nosotros?

Poemas Delficos-13

Extraviados
Sentimos el flechazo de la muerte.
Hemos seguido nuestro destino.
No hicimos oídos sordos
De aquello que sentimos
Que, por nosotros, debía ser hecho.
Orgullosos o confundidos, si,
mas lo hicimos.
Siguiendo fielmente los reclamos
nos dejamos cazar
En el momento justo.

Poemas Delficos-12

Nos burla.
Juega con nosotros.
Una y otra vez nos repite el mismo juego.
Siempre le oímos como pájaro que pía
En una de las ramas del árbol mas próximo.
Mas, al llegar, vuelve de nuevo a piar,
De nuevo, en el árbol mas cercano.
Así procede con nosotros
Hasta internarnos en el bosque profundo
Inalcanzable siempre.

Poemas Delficos-11

Ingrato amante el que nos llama
Y nos dice: Ven a casa, reunámonos.
Sus palabras nos llegan muy, muy hondo
Y tras ellas, las demás percibimos vanas.
Vamos con él, dejamos todo.
Pero al llegar, tras largo viaje,
Nunca está.
Siempre encontramos su casa sin él.
Siempre vacía.

Poemas Delficos-10

Buscamos la realidad o la verdad
Pero son solo palabras
Y no existen.
Todo es simulado, apariencia
Incapaz de resistir el arañazo
Tras ella hay vacío.
No nos sirve
Pero es la única cosa
Que alcanzamos a poseer.
Así pues, si no podemos cambiar
Eso, que está ahí afuera.
¿Quién podrá tildar de falta de cordura,
A los actos que nos acomodan?

Poemas Delficos-9

¿Acaso puede vivirse
De un modo cierto
Que satisfaga igualmente
A la razón y al cuerpo?
¿puede uno coger simultáneamente
Dos caminos que se bifurcan?
A nadie conozco que lo haya hecho.

Poemas Delficos-8

Quienes no han ido, no saben.
Su existencia transcurrió en un lugar,
Fuera de ellos mismos.
Inmediato a la vista.
Miopes, unos, aferrados a lo contingente
Alienados, otros,
respondiendo a la urgencia ajena.
Ni siquiera han llegado a entenderse a si mismos,
Como los animales, solo vivieron.
Quienes optamos por entenderlo
Hemos vivido dos vidas.
Pero su precio ha sido también
No vivir verdaderamente
En ninguna.

Poemas Delficos-7

Un giro completo
Hemos dado en la existencia.
Regresamos al lugar de partida
Cargados de experiencia.
¿hablamos a nuestros hijos de Américas felices?
¿describimos maravillas y baratarias?
¿Les incitamos a realizar su propio viaje, hecho por ellos mismos?
¿Qué mensaje les damos?
O, nos callamos
Dejando que vean en nuestros ojos cansados
La inefable verdad de la existencia.

Poemas Delficos-6

Dar la razón al lerdo
Al espíritu basto
Al medio
Saber al menos
Que aquí no hay solución
Dejar de buscar
O hacer de la búsqueda
En si misma la finalidad
No preguntar
Sino hacer ciegamente
Movidos por lo inmediato
De la sinrazón.
Comer, jugar, dormir
Aprender a disfrutar de nuevo
Absurdamente
De lo nuevamente absurdo.

Poemas Delficos-5

Ay si esto solo fuera
Una meta mas del camino
Emprendido hace siglos
Por el extravío de una mente
Excesivamente sabia
Si esto solo fuera
Un periodo mas de confusión.
Otra nueva quimera
Cuya finalidad existiese
Aun sin verla.
Si pudiésemos morir sabiendo
Que una nueva Ecbatana les aguarda
Formando todo ello parte
De un ciclo incesante.
Ay si no sintiese
Que llegamos al fin
Al termino del laberinto
Encontrando finalmente
La ultima puerta cerrada.

Poemas Delficos-4

Quien vio el bien, no lo olvida
Cegada quedó para siempre su mirada.
Vagará errático por un mundo
De sombras irreconocibles.
Probablemente no lo verá más.
Buscará sin sentido.
Y sin parar.

Poemas Delficos-3

Que animales coexisten entre nosotros
Tan diferentes e inauditos
Traemos con nosotros el águila y la anguila
Tan diferentes
Ambos nos constituyen
A unos mas, a otros menos.

Poemas Delficos-2

Soñé paraísos
De etéreo humo,
Disgregados al alcanzarse.
Volví a soñar
Pensando que la insistencia
Acabaría coagulándolos
En materia solida
Pero yo mismo
Terminé disgregado
En el empeño.

Poemas Delficos-1

La vida ha sido un péndulo
De engaños y desengaños.
Quisimos girar en otra dirección,
Mas no hubo modo.
Nuestros argumentos
Solo sirvieron de información,
Para su inevitable juego.

Para ambos,Saki

Para ambos, Saki
He encontrado una caña
Sencilla. Nacida a la orilla de un rio.
Ha debido crecer para nosotros.
Pues alcanzó el tamaño justo que nos concierne
Y , sabiéndolo o no, se hizo nuestra, como canoa.
Una carga mas liviana la volcaría
Tampoco soportaría mas peso que el de ambos.
Aquí, junto a ella, con los remos, te aguardo.
Bregando, tu detrás y yo delante.
Vadearemos juntos, si lo deseas, el rio de la vida.
Si nos esperasen aguas quietas
Pescaremos, mientras, de vez en cuando,
nos contamos historias ligeras,
Dulces naderías que justifiquen nuestra existencia.
Si alcanzásemos luego aguas turbias
No las temeremos
Pues reconocemos que basta una mirada a los ojos
Y una sonrisa entre nosotros
Para hacerlas, de nuevo, cristalinas.
Cuando, al fin, lleguemos a la cercanía de las cataratas
Y nuestra canoa se agite por tumultuosas corrientes
Nos reiremos juntos
Disfrutando del tobogán incesante de la vida.

Confidencias de compadre-3

Dejamé que te diga
Para comenzar el juego, basta una pelota.
Si él lanza primero, lo hará en el frontón del no sense,
Si la iniciativa ha de ser tuya,
habrás de lanzarlo ciertamente al frontón de los hechos.
No importa quien lo empiece.
Pues, una vez emprendido, ese es el juego que permanece.
Y, tenlo presente, a cada golpe, la fuerza crece.

Confidencias de compadre-2

Si te contara cuantos huecos deja su ausencia en el espacio que habito.
En cuantas habitaciones no está y de cuantas calles falta.
Cuantas sombra no proyecta, cuantos sonidos no emite.
Cuanta ropa deja de estar en sus armarios que faltan.
Si te contara eso, tal vez, ¿tal vez me entenderías?
Y si te dijese que necesito abrigarla, para no pasar yo frío.
Cuidar de ella, para no enfermar yo, de mi mismo.
Velar su sueño tranquilo, para dormir del mío.
¿lo entenderías?

Confidencias de compadre-1

Oye, compadre.
Tienes las bolas ¿no?
Pues lanza
¿Qué cual?
¿Cuál tu quieres?¿blanca o negra?
¿ninguna?. Entonces…
Entonces, eres libre, haceres.
Si hubiese suelo,
Si hubiera pared o estuviera yo frente a ti
O yo permanecer pudiera
O tu.
Si ese alguien o algo nos dejara
O nos hubiera dejado
Habría escogido blancas, Compadre,
Para que fuesen grandes, muchas, demasiadas
Y se hiciesen fuertes. Y permanecieran.
Pero, sin ello, sentí que algo me incitó a dirigirme hacia las negras
Las que primero engordan y luego se desinflan y suicidan
Y antes de explicarse, mueren.
Olvídame.
Si de ese envite te libras. Olvídalo, tu también
Fue una inexistencia. Un amago.
Un coágulo, el guajiro güero.
No hubo aún tiempo suficiente para empollar tal huevo.
Será otra mi partida. Jugaré, pues, con blancas
A sabienda cierta que ha de optar mi inteligencia
Oscura ahora, por el oscuro sendero.
Esperaré.
Tocado el timbre, aguardando el lucero.

Tras Troya-13

¿recuerdas cuando te hallé?
Estabas cubierta de los opacos ropajes
que, sin embargo, al reconocerte,
fuiste transformando en las trasparencias sutiles,
para llegar a mostrarte
Con la hermosura completa de tu desnudez entera de ahora,
y que, continuas, de nuevo, ocultando, astuta
A la mirada ajena.

Tras Troya-12

No importa, aguardaremos.
Que se cumpla otro ciclo, una vez mas.
Abrir. Cerrar. Salir. Entrar. Acertar. Errar.
Otro ciclo, otra vez.
Continuad.
Una onda. Una marea. Un eco.
Seguid, seguid. Continuad.
Un amanecer, un día, un año, una eternidad.
Otra vez, una vez mas.
Otra ola, otra marea, otro flujo, otra vez.
Otra vez mas.
A estas alturas, todos caídos del guindo,
Sabiendo, desde el agrio suelo,
Que sin final, alternativa o silencio
Solo resta admitir la noria incesante,
Siempre obligándonos.
Siempre, a continuar.
Siempre y para siempre.
A continuar.
Siempre.

Tras Troya-11

De haber sido algo, ese algo habría ganado.
Y habría ocupado un vacío, un trono, un poder semisoberano
Pero no habiendo nada, nada habrá.
Ocupando brutalmente un espacio y un tiempo.
resultará ser solo una espera.
Que, traducida, para nosotros
En esta agónica onda de impaciencia
Nos permitirá referirla, resignados a ello, desde aquí.

Tras Troya-10

Ellos fueron muchos. Tantos. Demasiados.
Abrumadores. Pertinaces. Incansables.
Pero, no nos dimos cuenta. Y hablaban de nada.
No necesitaban expresar verdades.
Ni contenían insatisfacciones o anhelos.
Ni necesitaban alteraciones o cambios.
Simplemente estaban,
Ahí, adonde habían llegado.
Y nosotros, mientras, incomodando, reiterando, como siempre, igual necesidad,
hacia aquellos, que desoían, desconfiados, como siempre,
Temiendo alteración o cambio.
Vimos ya, de lejos, como pasamos nuestra historia común
Reiterando lo mismo ante los mismos ellos,
Pidiendo idéntica reparación o respuesta,
A quienes, por semejantes, confundimos con nosotros
y que no entendiendo absolutamente nada,
De todo esto,
Nos devolvieron siempre, pues eran mas,
Generación tras generación, sintiéndose amenazados,
la misma aniquilación tras su sagaz silencio.

Tras Troya-9

Ya lo que resta es indiferencia, lejanía.
Cualquier otra apreciación cercana, nueva creencia o expectativa,
Ni es nuestra ni apropiable.
No es nuestra.
No veremos si se aborta o crece,
Si se simplifica o bifurca.
Nosotros ya hemos quedado escritos,
En una simple rutina del presente
Ajenos al pasado y al futuro,
Un apático gesto hacia el vacío,
Que aspira a confundirse con la nada,
Irrecuperable para siempre,
Para siempre desentrañable,
Este ser que desconocisteis,
Vosotros, superfluos, urgidos, atolondrados,
Cuyo sentido, hubo de comprender, ahora lo sé,
Vuestra ceguera.
Necesaria omisión de cualquier torpe mirada
Restricción celeste para poner a salvo lo que entrañable es.

Tras Troya-8

Tiempo ha
Nos marcamos una meta.
Nos propusimos un fin.
Hoy, llegado ya
asistimos, sorprendidos no obstante,
A nuestro propio final,
Sin poder entender demasiado bien,
Por que este fin,
Que nosotros mismos quisimos establecer,
Nos llevó con nuestra vida, a nuestro propio entierro.

Tras Troya-7

Ser percibido no es forzoso ser, es simple parecer.
Por eso el parecer inconsistente, no llena
Y nos deja saber que, en el fondo, nada es.
A veces, por el contrario, lo no percibible, oculto,
se muestra, al dar consistencia a un parecer,
que, sin él, sin embargo, se desubstancia y desvaría,
Y deja de ser.
Pero, tarde o temprano, toda vía bifurcada
te obliga a optar entre dos caminos,
Los dos señalando el mismo fin,
Pero ambos silenciando diferente destino
Pues consistir no es ser,
a pesar de si, es solo poder ser.
Para que sea es paradójicamente preciso
que un vacuo e inconsistente ser lo crea.
Pues creer crea y descreer no crea.
Y la duda agónica agonía que ahoga
apeligrando la existencia
de aquello que, teniendo que ser,
necesita ser creído
para ser.
Y para actuar uno mismo como si él ya fuera,
pues lo es,
no es preciso hacer nada, solo dejarlo hacer.
Que ya él se encargará de unir la razón y el ser.

Tras Troya-6

Aquí estoy.
Profundamente solo, otra vez.
Tras el zarpazo,
Cansado y cuestionado, de nuevo.
Gracias debo daros, otra vez,
A cada uno, la suya,
Y el resto, a los restantes.
Pero, os prometo: No cederé.
Aquí estaré siempre, de nuevo,
Reedificado, una y otra vez.
Si el ciclo no termina,
Tampoco yo lo haré.
¿Si?
Luchar agónicamente.
O, por el contrario, caminar
Sin preguntas
O buscando razones
Solo decidiendo
Sobre lo que venga
Sin desear nada
O esperar
Y cerrar.
Dejarlo todo.
Abandonar.
Querer luego,
Apagar.
Acallar la mente.
Nada mas aguardar.
Nada.
El péndulo aquietar y desistir
Al fin.
¿o no?. Por el contrario, otra vez
Confiar ciegamente. y persistir.

Tras Troya-5

Prometeo ¿no oyes las esperadas señales?
Los avisos de control, fe y momento que, llegando
comienzan a iluminar la escena, oscura antaño.
¿ves?
Viviste el infierno de la duda, las tenebrosas tinieblas de la incertidumbre,
Necesarios caminos a la precisión final.
Ahora, se disipa la niebla
todo recobra sentido.
Se acerca el momento.
Todo cobra sentido.
Cuando comienza la partida.

Tras Troya-4

Bien, lo admito, no es posible rechazar tu envite.
Marcas las pautas y estableces las leyes,
Que, sin piedad, impones para que sean cumplidas.
Forcejear contigo es inútil.
Vano oponerse.
O aguardar de tu parte un cansancio que nunca ocurre.
Estableces tu cruel verdad y borras los sueños.
Escribes en nuestros cuadernos las arbitrarias paginas que decides.
Nos sometes a tus designios.
Así eres. Inmutable e Indiferente. Como siempre fuiste.
Completamente sordo a las peticiones de reparación o justicia.
Clemente, por el contrario, con la actitud oportunista.
Ajeno a nosotros, quienes, tan imbéciles, permanecemos siempre,
Ante la misma piedra, aguardando reparación o respuesta.

Tras Troya-3

No contestarás.
Nunca lo harás.
Pero, hasta el final,
Cuando seas, si llega el caso, muy, muy vieja.
Mientras, tal vez, apenas veas.
Así, incluso, contemplarás escritas en las pupilas calladas,
De alguno de mis afectados descendientes,
Las preguntas que siempre rechazaste contestar,
Cuando las hice.
Y que ahora, habiendo dejado de ser tales,
Por tu omisiva, transformadas en pruebas,
Te marcarán para siempre,
Independientes y ajenas
Ya, a tu silencio o respuesta.
Tu silencio que fue, astuta, mi respuesta.

Tras Troya-2

Como nos acogieron y admitieron nuestra acogida !
Nunca antes vimos gente tan bondadosa o desprendida
nada querían, sino simplemente la bondad reciproca
El mutuo bienestar. La paz, en suma.
Como nos agradó encontrar, al fin, el clima protector,
Del que antes hubimos descreído y que ahora aparecía,
Natural, amigable, y porque si, sencillo.
Fue como llegar a un oasis. De pronto, al paraíso.
Era tan natural el paraíso.
Nos pareció entonces tan absurdo lo anterior vivido,
Desde allí no entendimos el por qué de tanta tribulación pasada, tanta agonía,
Cuando ! Era tan fácil, tan sencillo ¡
Bastaba ser, sin mas, los bondadosos seres que debíamos.
Vivíamos felices, dormimos confiados en tranquilo sueño.
Roto solo un amanecer.
Cuando, despertados por la luz del sol, en el desierto,
Ni vimos las tiendas ni nuestros viejos amigos.
Ni nuestras provisiones ni nuestros abrigos.
En realidad, ese fue el amanecer que vimos.

Tras Troya-1

Te preguntarás que muestra la mascara,
Cuando, en fugaces momentos,
se hace translucida y enseña.
Y te contestaré:
La verdad pura jamás muestra,
Sólo se percibe un leve cambio de tono en su color,
Pero, contrario al que es propio o esperas.
Ese es el suyo.
Es todo lo que percibirás, solo hasta ahí te enseña.
Provocará en ti una ligera e instantánea duda,
Que, además, intentará justificar, de inmediato,
como reflejo exterior, de alguna realidad externa.
Así paralizando tus posibles respuestas,
Ofrece incontrastables explicaciones,
para el leve desliz que al descubierto deja.
No podrás contestarlas ni deberás creerlas,
Ni podrás dejar que de ti
salga asomo alguno de incredulidad o asombro.
Alerta sería o fatal autoengaño.
Es justo el único momento del que dispones,
Para planificar tu ataque y tu defensa.
Prevé siempre de las distintas hipótesis, la mas cruel,
Pues, tras la mascara, esa es siempre quien espera.
Analiza, de la fiera, sus probables fragmentos.
Antes de atacar, con sigilosa sagacidad de pantera,
debes, primero, dar lo anterior por perdido y disponer de alternativa,
Y provisto, luego, de los medios necesarios,
como quien una ciudad cerca,
cerrar las puertas por donde escabullirse pueda,
Bloquear canales y carreteras,
Y comenzar a demoler, de menor a mayor,
Los analizados fragmentos de la inevitable fiera.

Poemas de la Reconstitucion-10

Huye de la confianza que se hace compadreo.
Del compadreo que busca la caricatura
De la caricatura que va tras la ironía
De la ironía que rebaja o humilla.
De la humillación que desmorona la personalidad y el respeto roba.
Mantén tu puerta cerrada a semejantes invitados.
Atráncala bien, Licidas
Pues no corren buenos tiempos.
La humillación, si leve, parece apenas,
Un ligero rasguño en la personalidad.
Una banalidad intrascendente.
Solo cuando es fuerte, el ajeno lo percibe
Como una fuerza demoledora
Que destruye al humillado y al humillador vivifica.
Pero el rasguño leve al afectado infecta,
Y envenenando lentamente.
Cual semilla del mal los transforma,
A algunos en malvados, a otros en muertos.
Quien humilla, Licidas, nunca levemente hiere.

Poemas de la Reconstitucion-9

Cuando el fuerte te llame,
Ocultaré tus heridas,
Pide a tu rostro que aprenda a fingir entereza o amenaza
Que no vea temor en los ojos, ni temblor en las manos
El, amistoso, tanteará, prometiendo protección,
Si la precisas, claro está, o existe daño.
Por tu bien, bien ocúltalo.
Si a fingir no aprendes o incauto cedes,
Tu mismo habrás abierto la vía
Por donde iniciar el temible desgarro.
Si entonces te ofreciera, accesible, piedad o clemencia,
Desprotegido ya, ni la admitas ni creas.
Te esperaría igual cruz,
Ahora, tras previo y tortuoso calvario.
Fortaleza finge.
Que no perciba en ti, Licidas, fisura alguna.
Y deja que tan mala fuerza se aleje,
Pues su crecer insoslayable,
en esta fase de tan crueles tiempos,
Le hará buscar su alimento por algún otro lugar,
En pos de alguna otra hendidura
Que, cándida, aguarde de estos tiempos,
reparación o venda para su herida.

Poemas de la Reconstitucion-8

Licidas:
Defiéndete de las turbas,
No corren tiempos amables. Licidas.
Ponte en guardia.
Han llegado las huestes.
Sus campamentos, instalados. te aguardan.
Llegará, de unos, la primeriza sonrisa cercana.
De otros, el halago, el favor o regalo.
Por tu bien, rechaza ambos.
No corren tiempos amables, Licidas.
En estos que estamos, la cercanía socava.

Poemas de la Reconstitucion-7

Pero a quien ve, se extraña,
Y, cual fieras, atacan,
Al ajeno personaje, en su seno introducido.
Atacado es para extraerlo, pues amenaza.
Su mirada limpia, inquieta,
y provoca una inasumible incertidumbre
sobre la validez de la propia mirada.
Esa mirada que, sola, enjuicia y delata,
Al mostrar la definitiva luz que atenúa y apaga,
El cegador espejismo de los faros,
que han de extraviar los navíos,
Para llevarlos a la nada.

Poemas de la Reconstitucion-6

Vivir es Ver
Quien no ve, no ve la vida, sino otra realidad
Donde, afanosos, todos habitan, en otro plano,
Persiguiendo señuelos, que, alcanzados,
Se transforman en otros señuelos. que alcanzados,
Se transforman en otros y así.
Quien habita esa realidad busca dominio o placer,
Pero encontrando un dolor, lo oculta,
Y desde su cara contraída,
Emite, en cambio, una expresión de gozo,
Y la dirige a los demás,
Para que el sufrimiento, aun mayor, de estos
Mitigue, por comparación, el suyo.
Y vayan, ellos mismos, a la inquieta búsqueda
Que mitigue su propio dolor, con otro mayor y nuevo
Y así.
Un cruel lugar, desde el que es difícil salir, sin ver,
Pero del que si se sale, se ve
y se ve, se sabe
Y, entonces, solo entonces, se sabe lo que se ve.
Se ve la vida que el sabio ve.
Quien sabe ver, sabe actuar
De sí mismo, localiza el mal y lo extrae.
Y, limpio ya, permanece quedo.
Con sus ojos claros y su verbo lego.
Cohabitante forzoso de las miradas turbias
Que intentan anclar a tierra,
Lo que, de otro modo, se dirige al cielo.

Poemas de la Reconstitucion-5

No te preguntes mas si has de llegar a ser. Llega a ser.
Toma las armas. Ataca. Combate y lucha. Hiere.
Da tu mismo muerte, a quienes, desde tu interior ahora, te paralizan y aprisionan.
Dudas, desaprecio o miedo.
Actúa contra ellos.
Saben donde estás.
Conocen tu escondite.
Tu refugio está localizado.
Sal Sal urgente de ahí y vete.
Levántate, haz el equipaje y vete.
No te quisieron nunca, vete.
Si te quedas donde estás, irán a por ti. Vete.
No te preguntes a que otro lugar.
Cualquiera que no sea este. Vete.

Poemas de la Reconstitucion-4

Vivir, sin embargo, es una voluntad.
Quedar solo, como solos quedaron siempre,
Aquellos hombres que, un día, decidieron mirar solos,
Con su propia mirada el mundo de los demás.
Quedar solo, es la cicatriz de una voluntad.
Es la constancia y la huella de la voluntad.
Imperdonable, de no ceder tu opinión
A la opinión de los demás.

Poemas de la Reconstitucion-3

Vivir ¿es ser?
O es algo mas.
Vivir ¿es un protocolo?
O vivir es una libertad.
Protocolos para casi todo.
Infancia y adolescencia, juventud, madurez y vejez.
Protocolos sociales para conducirte, distraídamente, hacia la muerte.
Pero, si el protocolo se rompe,
Si alguien o algo, en algún momento, lo interrumpe,
Sientes el vértigo del vacío.
Y viéndote obligado a establecer tu protocolo propio,
Sin referentes, ni hitos.
Te enfrentas, como animal expulsado de un clan,
Al constante merodeo de las pacientes hienas.
Que, día y noche, van turnándose,
Acosando, cada vez mas cercanas.
Esperando que la distracción, cansancio o sueño
Te deje al inevitable alcance de sus mandíbulas sonrientes.

Poemas de la Reconstitucion-2

Lo que has de ser,
Debes decidirlo.
Pues, otro, pronto, lo hace
En tu lugar, si no
Y colocándote la mascara,
que los demás verán,
Te convertirá, primero,
en otro mas,
de los innumerables actores,
que, desde el anónimo coro,
recitan, los vacuos versos
que se escriben siempre,
por pagados poetas,
carentes de sentimiento.
Luego, si le conviene,
se llevará su mascara,
hacia otro dubitativo rostro,
Y te dejará descarado,
al descubierto, al fin
Desprotegido y solo.

Poemas de la Reconstitucion-1

Si has de llegar a ser,
Debes reconocerte,
Saber lo que no eres,
Para evitar llegar,
sorprendido y paralizado, luego,
A las, para ti, irresolubles alternativas,
de los caminos ajenos.
Para evitar tomar,
Arbitrarias opciones,
Extraviado hacia un final,
Donde solo te espera un espejo indiferente,
Que, reflejando un irreconocible rostro,
Te mostrará a quien tu has sido,
Un extraño.
Y no eres tu.

Poemas Politicos-30

Activo el aguardo.
Salgo a la búsqueda. y alerta quedo.
Otearé a diario el horizonte, haciendo mis obligados deberes,
Mientras, objeto de la traición, preso quedo,
Pero mis ojos libres, ya no atraerás jamás,
Ahora, libres de ti, mirarán al cielo.

Poemas Politicos-29

Si no hay sentido, no hay de qué preocuparse,
pues habría que ser un absurdo ser, sin sentido.
Si lo hay, también antes, sin acto gratuito alguno,
hubo de haberlo habido
Y ahora, igualmente, lo habría,
Oculto, aún en esta aparente imperturbabilidad
Este desconcertante sentido.
Que, sin embargo, desde el silencio, clamando
Nos inquieta, dejándonos aguardar,
Un tiempo tan excesivo.
Si hubo un sentido, hubo de ser, necesariamente, el sentido.
No cualquier otro, que no fue
El nos trajo hasta aquí y nosotros, confiados, hasta aquí le seguimos,
Hasta esta desolada estación, vacía y sin aparente destino,
En obligado descanso, con el tiempo interrumpido,
Aguardando, de nuevo, señal o sonido,
Para, desde tamaña encrucijada, reemprender la marcha
Hacia un nuevo horizonte, por un nuevo camino.
Pues esto, sentido ahora, es, justo, el vivo sentir
De una muerte, del fin de un sentido.
Obligado preludio, por vivido, de uno nuevo,
El sentido del porvenir y el por venir sentido.
Ahora como vacío.
Cuando llegue, todo lo llenará, y tu con ello,
De nuevo, con el nuevo sentido.
El que permitirá entender, al fin, la necesidad de tan brusco giro.

Poemas Politicos-28

Un nuevo nombre, una nueva identidad y forma,
Un nuevo carácter, una nueva estética,
Un nuevo ritmo, un nuevo objetivo,
Una nueva afinidad y un nuevo temple,
Un nuevo escepticismo, un nuevo mundo.
Una nueva predisposición, una nueva sabiduría
un ser definitivamente nuevo.
Este otro que, ahora, emerge,
Desde el comienzo, sosegado y limpio,
para ser de nuevo.
Uno.

Poemas Politicos-27

Eliminar, al fin, ese encubierto asesino
Que se instaló en nosotros, al encontrarnos, un día,
Bastó un día, desprevenidos,
Desviando hacia su fin, lo que era,
para nosotros, antes, indudable sino.
El que ahora recuperamos.
Ahora, que hemos podido.
Para afrontar a esos otros ellos,
Desenmascarados ya y descreídos.

Poemas Politicos-26

Alertados nosotros,
no le dejaremos aproximarse siquiera,
para instalar sus torres de mentiras,
desde las que, para conseguir su alimento, fingirá ser eterno,
pero, que privado de nuestro crédito,
bien sabe y teme que se debilita, extingue y muere.
Y celebraremos cada uno de sus ataques como preludios de sus derrotas,
Y recordaremos ante sus gritos de extinción o sus ansias de pervivencia,
Los desoídos llantos de las abundantes victimas,
A las que prestó el mismo cruel silencio, que ahora, apartándole de nosotros,
Nosotros le devolvemos.
Querrá hacernos creer que es nuestro el sufrimiento suyo.
Pero su dolor es, por el contrario, nuestro placer.
Su extinción, nuestra fuerza.
Su muerte, nuestra vida,

Poemas Politicos-25

Para lograrlo, hay que gozar del gozo.
El placentero regodeo en ir asesinando, trozo a trozo, a ese oculto asesino
que, ladinamente, se escondió primero a nuestros ojos como servidor y amigo,
y que, desenmascarada su estrategia y desvelado su verdadero rostro,
Viene ahora, derecho, a exterminarnos,
ya abiertamente, con sus mas demoledoras armas,
Ya ocultamente, con sus razonamientos mas ladinos.
Que finge alejarse y luego, nuevamente se avecina,
para repetir, agrupando, sus cada vez mas escasas,
pero concentradas fuerzas.

Poemas Politicos-24

Dudar es detenerse, mirar atrás, morir.
Si , crédulos o indefensos, permitimos que alguien o algo nos distraiga
o inyecte la duda en la decisión tomada, nos mata.
Si somos nosotros mismos, los artífices del tal acto,
nos estamos dejando morir.
La duda es la muerte, si la vida es la fe.
Pues hay que creer, si, pero hay que saber matar a la muerte también, para vivir.
Y para matarla basta el deseo.
Y si este existe, apareja al gozo.
El sólido deseo de mantener alejada la peligrosísima duda,
No permitir, siquiera, exponernos al alcance de su insidiosa palabra.
Preludio siempre del buscado derrumbe total.

Poemas Politicos-23

Un nuevo yo, enmascarado y creído.
Que, no dará, nunca más cobijo,
Ni a la incauta verdad en su boca,
Ni, en su mente, a la paralizante duda,
Pues todo camino oculta el contenido de su meta,
Desvelado solo a la conclusión final.
Y es necio, detenerse ahora, en medio de la carrera,
A poner en duda la acción emprendida,
O a cavilando posibilidades, multiplicar alternativas o bifurcar indefinidas opciones,
Mientras los restantes corredores,
Corriendo, obtienen ya sobre nosotros, insuperable ventaja,
eliminando, con sus actos, la razón de ser de nuestros juiciosos juicios.

Poemas Politicos-22

Un nuevo yo, enmascarado.
Que, bajo bondadosa apariencia,
dará siempre, con gestos y palabras,
a cada mascara, su demandada e irreconocible mentira.
Sabedor ya, de que la verdad, es, paradoja, falsa palabra,
La que, como la virtud, siempre se pide, pero jamás se ha de ofrecer o dar.
No se oye nunca en cuerdos labios ajenos
Y si de los nuestros sale,
nos vacía, prostituye y delata.

Poemas Politicos-21

Ese es el forzoso proscenio,
no me equivoco, que me espera.
Antes descarado,
enmascarado ahora y descreído.
Intentaré llegar hasta el final de la obra,
obligado por los restantes actores,
presos de su salario,
a desempeñar tan absurdo papel, en tan absurdo escenario.
Luego, en alguno de los entreactos,
me dirigiré a ocupar alguno de los palcos vacíos,
Para contemplar yo mismo, risueño desde allí,
algo de tan desustanciada obra, en tan desolado teatro.
Convertido en único y, tal vez, ultimo espectador, de la viejísima farsa.
Pero libre yo, por la verdad,
y absuelto y para siempre,
Habiendo avisado, inenjuiciable luego.

Poemas Politicos-20

Gentecillas miserables a las que, en vano, intentó transformar en elaborados seres,
Incitándolos con la verdad, ingenuo, a una esperanza desatendida.
Pero ellos no eran ya seres, espejismos de seres, apenas nada.
Apenas un comedero en el que mal vertí, antes, los actos, ilusiones o palabras
Y que, ahora, desde la lejanía, contemplo, sabiendo, desde el desprecio,
Que mi nueva reentrada, llevará consigo a un yo, diferente al de ellos,
Un alma, sin complejos, indiferente a su bárbaro y extendido juego.
A quien no podrán alcanzar ya sus ajenos chillidos o llamadas,
Internamente inmune a sus estratagemas de heroinómanos adictos,
hábiles emisores, otra vez, de miradas mendaces o complicidades fingidas,
Con el solo objeto de lograr su nueva dosis, y, una vez mas, desenmascarados, partir de nuevo.
Y retornar después, a repetir, tras ligeras variaciones,
su exitoso engaño.

Poemas Politicos-19

Con un nuevo yo constituido.
más valioso e integro que cualquiera de los mezquinos y cotidianos otros.
Un nuevo yo, que nada espera, ni nada cree
De aquellos, a quienes, tampoco, nada debe,
A quienes pagó las deudas que nunca tuvo.
A los que, ingenuamente, hubo entregado el relato de su verdad desoída.
A quienes nunca les importó y que ahora ya, en absoluto, le importan.

Poemas Politicos-18

Es preciso, aún y todavía, enajenarse luego, saliéndose de uno mismo,
Para ser capaces de mirar, desde allí arriba,
con los ajenos ojos de un espíritu neutral, pero amigo,
Que miembros, afectados por traumas profundos o gangrenadas heridas,
Habrán de amputarse íntegros, enviándolos con la historia habida.
Cuales precisarán de pacientes drenajes y reiteradas limpiezas,
A cuales bastarán, por el contrario, pequeños cuidados y ligeros mimos.
Y luego, habrá que operarse,
previamente anestesiado,
uno a si mismo.
Tras vacación o largo asueto, para, desdramatizando,
Mirarse al espejo, ponerse la máscara,
ver como nos ven y comenzar de nuevo.

Poemas Politicos-17

Hacia el foso oscurísimo, si, de la muerte nos llevará,
El vértigo, que hace perder el equilibrio,
La visión atraída hacia lo inconmensurable que no es, hacia lo sido.
La mirada petrificante de Medusa, La retrospectiva de Orfeo o la profunda sima del Leteo.
¿Quê mas da? Avisados estamos,
el recuerdo ancla fantasmas, encadenándolos aprisionados, ajenos al discurrir del tiempo.
Toda resurrección o vida, precisada es del previo olvido.
Del previo y absoluto y total olvido.
Solo se escapa de la muerte, el afortunado que abandona, para siempre, el haber sido.

Poemas Politicos-16

Hamletiana decisión:
¿Ser o haber sido?
Pues morir no es no ser, sino haber sido.
Para ser, es preciso olvidar primero que se fue, que se hubo sido,
acordar no recordar la propia historia.
mandar al lejano olvido a quienes fuimos,
a quien se fue, acompañado de cuantos pudiésemos, tal vez, haber sido.
Recordar es, ahora, un imán, un poderoso y peligroso imán,
que nos conducirá, si no sabemos oponerle resistencia feroz,
hacia el oscuro foso de la muerte.

Poemas Politicos-15

No soy lo que fui, ni eso es, ni eso existe.
Lo que fui, se fue.
Y no habiéndome mirado aun, aun no soy.
O soy ahora un vacío, una morriña o saudade,
Una casa deshabitada, una cama deshecha, una carta cerrada.
O un silencio, tal vez fuese ahora un silencio,
Interrumpido, luego, por la palabra.
Lo que ahora soy es no ser nada.
Soy el que no responde, el que no emprende,
El que no tercia o disputa, el que no llama.
Pero lo que fui, no soy y lo que soy no es.
No es lo que soy, lo que pueda ser.
Lo que soy no puede ser.
No puede ser lo que hoy soy.
Y, que hoy, sin embargo, es.
Por fidelidad o nostalgia, otra vez,
Apegado a un cadáver y apenado, otra vez
Negándome, obstinado, a abandonar el recinto vacío,
Desde el que me juré, a mi mismo, tiempo ha, no dejar solos nunca jamás,
A quienes, idos ya, no estaban y habitaban lejos, a medias, donde el olvido.
¿cómo estás?, de vez en cuando. Tendería a espaciarse, la llamada.
Y yo, a solas, con un juramento, del que me quedaba, sola, la palabra.

Poemas Politicos-14

Necesitarán de fantasía, si algo mas intentan.
Urdimbres pictóricas o literarias.
De las que resultarían, a lo sumo, holográficas ficciones, tan solo.
Porque la historia, esa historia, que, una vez, hubo sido
Se fue para siempre, llevándose lo intangible, también, con ella.
No busquéis pues, entre sus restos, afanes o anhelos,
ni las ciertas razones apenadas, que llevó consigo.
Limitaos al esqueleto.
En él podréis, si ese es el caso, escudriñar los hechos o cosas, necesarias, tal vez,
Para fundamentar o justificar vuestro futuro o presente, si es ese el caso.
Pero sabed, ya de partida que, lo otro, allí no se encuentra.
Que aquí nada queda, ahora, de aquello que, una vez, hubo sido.
Que, tal vez, tanto fue o hubiese sido.

Poemas Politicos-13

Fuimos.
No somos lo que fuimos.
Allá quedaron huellas, rastros, pisadas, cicatrices,
Vestigios o pistas.
Arqueológicos restos para poder recomponer una historia,
Una mas de las pasadas historias, que, cubiertas de polvo, alguna vez, fueron.
Apiladas ahora, sucias y desordenadas, las unas sobre las otras.
Hurgarán en ellas, tal vez, futuros y becados forenses, antes desocupados.
Recolocarán, si así lo desean, hueso a hueso, buscándola.
Pero ella, burlona, les dará, por respuesta, tan solo un esqueleto.

Poemas Politicos-12

Recuerda,
son estas 3 normas las que voy a dejarte solo,
pequeño no nacido:
Primero:
No esperes, sal tu mismo a la busca de la vida, en cualquier puerta y sin exigencia previa.
Probablemente, otra puerta, no escondiese otra vida.
Segundo:
Al jugar, ten siempre presente que la naturaleza innombrable,
permanece escondida, siempre, bajo la mascara ineludible.
Si lo olvidases, te verías convertido en errante buscador de lo imposible
Tercero.
Mientras juegues, hazlo con la distancia suficiente para comprenderlo, sólo desde ahí, podrás reírte de ello.
Por el contrario, sufrirías, si te acercases algo mas, a tan insustancial y vacuo o peligroso juego.
Y te apostillo:
Donde no quieras estar, no estés.
Prepara las maletas para dejar, lo antes posible, tan inhóspito hotel.

Poemas Politicos-11

Entonces, cual comadrejas, jugaremos.
Nos informamos, nos precavemos, nos acercamos y alejamos, tanteamos,
repetimos y así
Nos informamos, nos precavemos, nos acercamos y alejamos, tanteamos,
Y vamos viviendo y sintiendo el juego.
Nos informamos, nos precavemos, nos acercamos y alejamos, tanteamos,
Si resultara inmediata fiera, con alegres pies, huiremos,
Si temporalmente no lo fuese, mientras ese estado durara, jugaremos.
Nos informamos, nos precavemos, nos acercamos y alejamos, tanteamos,
Y luego, bien por interés del propio juego,
O si mínima aparición amagase de su verdadero rostro,
Apliquemos, de inmediato, la prevista estrategia precautoria.
Pues poco tiempo habrá y si se deja u olvida.
Podría perderse todo,
Tal vez la vida.

Poemas Politicos-10

Entonces, calibremos, de cada uno, su oculta naturaleza,
Y, luego, si podemos, alimentemos, a cada cual, su ambiciosa condición.
Y habrá juego.
Si sabemos internamente sonreírnos, habrá juego.
Te lo prometo. Habrá juego.
Pero nunca lo olvides.
No lo olvides nunca, es un juego.
¡Solo es un juego!.
Nunca se sufre en un juego.
Pero la vida es solo el juego que oculta que es sólo un juego.
Por eso deja sufrir.
La tercera clave ¿ves?. Es mas sutil,
Para mostrarse requería de un cierto y previo, escepticismo.
La vida llevó consigo, siempre, esa parte de tango barriobajero.

Poemas Politicos-9

¿Qué mas da, a través de que vía conduzca cada uno su propia mortandad?
La segunda clave consistía, pues, en admitir esa realidad como inmutable
y silenciar tácitamente la previa existencia del disfraz,
Rechazado tal ardid,
Roto quedó el vicioso circulo que cerraba el reiterado desengaño.
¿Que mas nos da encontrar luego, tras él, si ya lo esperamos,
guaridas de aguerridos lobos,
nidos de sediciosas serpientes
o madrigueras de huidizos conejos?
¿que mas nos da?
Así son,
de haber sido cosa nuestra,
Habríamos preferido mas bondadosos seres,
pero así son,
No fuimos sus artífices,
¿que mas nos da ?

Poemas Politicos-8

Y ya, nunca mas, pongámonos en peligro,
razonando o hablando,
intentando, inútilmente, que alguien, aún cercano,
Recomponga, ángel o demonio, su escindida naturaleza.
Palabras nuestras que nunca oiría a nuestro fin, sino al suyo.
Quedar desnudos nosotros. Mostrar el flanco abierto,
donde introducirá, tal vez mas tarde, su venenosa daga. .
Por el contrario, conocida su naturaleza, su error y su fin,
les alentaremos ahora indefinidamente, sagaces, a continuarlo.

Poemas Politicos-7

Y cuando llamemos, a cualquier puerta, ¿que mas da?
Si ya reconocimos el idéntico uniforme bajo el que militaremos siempre, tirios y troyanos.
Si conocimos para qué fin único, los brillos y oropeles, gorjeos y bailes, fueron hechos.
¿cómo no sonreírnos internamente, enteramente inmunizados, mientras, astutos, les seguimos el juego?

Poemas Politicos-6

O, por el contrario.
¿no debe uno llamar a la vida, cuando ella misma no te llama?
Si ella no juega ¿por qué no emprender uno mismo la jugada?
Esta era la primera de las simplicísimas claves,
en la inversión, ahora, tan fácilmente, desvelada.
La noble espera
¿no es, al mismo tiempo, la mas necia de las posibles jugadas?
Inútil arrogancia, quedar esperando,
del mismo cosmos, una personalísima llamada.
Nosotros, precisamente nosotros,
solo alguno mas, entre miríadas de miríadas de miríadas
de nosotros.

Poemas Politicos-5

Pero paradójicamente,
íntegros, sobrevivimos,
Y no fue nuestro fin, tan solo, de la fiera el alimento.
Aun mas,
tras el hechizo, reencontrados con el primitivo habitante
Que palpaba las puertas, esperando acogidas.
Que emitía mensajes para raros seres, en extraño lenguaje.
Todo fue una prueba.
Una comprobación tan solo.
Devorado el cuerpo, el alma permaneció intacta.
Mejor, mas limpia.
Tras la experiencia, confirmada:
La morada que no lo parece, no es morada.
Si, tiempo, urges de nuevo,
Y de nuevo insistes con vehemencia.
Aquí te esperaré, ya sea silencio o llamada
No me moveré de nuevo y un paso mas, no daré.
No habrá ni acción ligera, ni acción desesperada.
Si llamas muerte, aquí me encontrarás.
Si llamas vida, precavido, aún te aguardo.
Y te seguiré.
Caminando a tu lado, si eres clara.

Poemas Politicos-4

Hábil, nuestra mente, traduciría, luego, en ternuras, lo que amenazas fueran.
El sinuoso reptar de la serpiente transformado, por nosotros, en voluptuoso movimiento.
Su silbo bífido, en insinuante melodía. En candor, la mirada hechicera, que anestesiaba y adormecía.
Y cuando, al fin, recibimos el venenoso beso de la sierpe, lo acogimos, ya agradecidos.
Y, aun devorándonos, cándidos dimos, ante sus cerrados ojos y su brillo perdido,
redobladas atenciones e incrementados mimos, esperando devolver la lozanía,
A quien, por otra parte, ajena a tales cuidados y extasiada, sin poder percibirlo ni siquiera,
Dispuesta quedaba, a su digestión, descerebrada.
Cuando terminó, fuese y no hubo nada.

Poemas Politicos-3

Pero no se subsanó el error y el tiempo apremiaba.
Transcurrido el tiempo de la exploración, el tiempo urgía.
No vimos ninguna salida, pero, horario concluido, el tiempo urgía.
El tiempo urgía y así pues, apremiados, no tuvimos otra opción que,
azarosamente, introducirnos, al fin, en una de las guaridas.

Poemas Politicos-2

Retrotráete de nuevo,
a la mirada al cielo,
a la pregunta que quedaría sin respuesta,
a la interminable espera.
Anduviste.
Vanamente vagaste por las alternativas,
esperando un certero encuentro:
el soñado suceso que nunca hubo.
Y te extrañaste, de nuevo.
Y de nuevo, vagaste,
Hasta alcanzar la pregunta, de nuevo.
¿era crueldad o error, la falta de respuesta?.
No lo sabrías.
De acá la incomprensión. De allá el silencio.

Poemas Politicos-1

Retrotráete.
Has de verte envuelto, de nuevo, en la niebla antigua.
Cuando escudriñaste la rosa de los vientos,
A la búsqueda de un rumbo para el que hubieras nacido,
Te retrotraes, a la antigua perplejidad,
Cuando, abriendo los ojos, extrañaste las irreconocibles imágenes,
De un error o de un planeta que sospechaste te sería para siempre ajeno.
Llamaste, curioseando, a las distintas puertas.
Solo entreabiertas, para ti solo, buscando, tan siquiera, un atisbo de acogida.
No lo hubo, no podía haberlo.
No eran hogares para ti, sino guaridas.
La desconfianza era instantánea, reciproca, mutua.
No puedo decir quien la comenzaría primero.
Fue. Fue previa.
Previamente a cualquier acto, estaba.
Estaba ahí, predefinida.

Epilogos sobre las palabras-3

Descubrir no es crear, sino desvelar lo oculto.
Por eso me pregunto, si una palabra dicha o verbalmente creada,
No desvela una realidad siempre, aun intangible.
Y si tal no estaba, ahí esperaba.
Hay palabras también misteriosas, evanescentes o fugaces.
Y si existen,
Esas palabras que no solo son palabras, nos transforman.
En otro tipo de ser, en otra clase, que, al poder percibirlas, cambia.
No habitamos pues, todos, el mismo mundo,
Sino, cada uno, el de sus palabras.
La palabra dicha, sin embargo, no es la palabra oída.
La palabra dicha puede irse hacía ningún lugar,
O con el tiempo, a la espera de un oído propicio.
Pero la palabra oída no es nunca la palabra dicha.
Esta reverberará para siempre en los oídos,
Transmutándose cada vez y perdiéndosePara siempre, con el tiempo infinito.

Epilogos sobre las palabras-2

Theobaldia inmersa en el espacio sortea minúsculos planetas grises. Entre Perseo y Casiopea, antes de Andrómeda, piensa: ¿Dónde estarán estas orbitas?.
Atraída por el vacío, la curiosa pareja de Sirio es un enigma. No hay leyes para los astros. Solo Theobaldia hacia una incierta galaxia luminosa. CO3Fe y Piromagnetismo.
Erytrhopholeum sen elondo. Corta. Desbasta. Pule. Lija. Banchs. Portelles de setanta. Cairats. Silicato Cálcico y Carbonato Cálcico y Q. Detente, es el fin.
Entonces Theobaldia tu vida efímera es una angustia sin salidas. Da vueltas. ¡ que bello es el macho cuando emerge en el pantano!. También son hermosas las ninfas aunque una estética extraña no supiera encontrarlo. Las patas son muy largas, Annulata y el nido donde ha nacido sin familia se estará cubriendo de rocío esta mañana. No estoy sola. Urapteryx, Lasiocampa, comparten también mi destino astral, siempre girando hacia la muerte.
Escapa de esta orbita y vuelve a la ventana, donde no hay viento, donde no hay viento, ni salida y vuelve luego al ciclo sin sentido, a la noria de los vientos. Enormes, blandas y pesadas masas se mueven alrededor con la lentitud de otro tiempo. Einstein lo sabe y sin embargo, la prisión puede ser no solo la verja, el hierro o silicato, también es el rio para el pez y el deseo de encontrar el macho. Insisto, pero tropiezo. Camino alrededor, vuelo al revés, despisto con mi instinto a la fuerza que desconozco. Insisto, pero tropiezo.
Y la masa muerta que se mantiene inmóvil, plana en el vacío, soy yo mañana, sólo un día, parezco que medito. Esta génesis ¿Qué fin tiene?. Sarcophaga junto a mi prepara nerviosamente su vuelo, próximamente inútil, mientras blanda la masa que es alimento, esparce una lluvia fina horizontal que es veneno. Yo también soy veneno, pero, es tarde, no mas obligación de perseverar. No mas angustia.

Epilogos sobre las palabras-1

Golpeando el agua,
La piedra
Crea las ondas y se extienden,
Más allá de los límites.
Donde los soldados
No irían acaso nunca,
Ni las nutrias,
Abandonarían sus agujeros,
Tras la pieza.
Así,
La hierba crece
Y los objetos
Ondulan
La tersa superficie de las aguas.
El humo de las chimeneas
Se disuelve en espirales informes.
Crece la distancia entre las cosas,
Y el hombre,
Se disfraza de algo,
Con el uniforme del objeto.
Vostock.
Una palabra para no abandonar el hogar.
También él debe mirar
Para recoger el mensaje de los seres.
Cuando suene el sonido y el recuerdo llegue,
Las cajasdecerillas explotarán esparciendo sus espermatozoides veloces.
El mundo que hereda, pues, no es,
Sino el remedo de una palabra,
O la conclusión de un verbo,
Si no se destierra la paradoja:
Las 3 barreras de Huang-Lung,
Los infantes a quienes el deseo mueve.
La cultura de las cosas,
El gélido semblante de la muerte.
Evidenciándose
La presencia invisible de los vacíos que no son
Se causa
Un ligero empañamiento en el pozo de las significaciones.
Como una seda que ondulase par a par
La superficie tersa de las aguas.
Por eso, los precursores no existen
Ni se cuenta
Con el beneplácito de los padres.
Ellos dicen:
No hay ola que haga temblar
El sólido edificio de las significaciones
Ni lluvia que empape la tersa superficie de las aguas.
Estoy de acuerdo.
All is life in the life.
Esta música que ahora se llama
Antiguo escupitajo o self-made o conjunción
Es
Nothing in the world
Y vive.
Un ready-made descompuesto.
Así se mueven las ondas de los cuerpos
Desarrollando la tersa superficie de las significaciones.
Así incide Lola, mi loca genial
Adentrándose como un áspid en el edificio de las aguas
Y transformándose en un negro Paulovski repleto de irrealidades.
Carece
De robustez o de salud
Cierne
Vaporosas inseguridades
Causa
El afloramiento de los seres
Rellena el dulce almíbar de sabrosas espinas.
Porque eso que ahora se llama
Aunquelallamaconsuma
Es nothing in the world
Tras la lenta y húmeda caricia de las algas.