domingo, 10 de mayo de 2009

Tras Troya-7

Ser percibido no es forzoso ser, es simple parecer.
Por eso el parecer inconsistente, no llena
Y nos deja saber que, en el fondo, nada es.
A veces, por el contrario, lo no percibible, oculto,
se muestra, al dar consistencia a un parecer,
que, sin él, sin embargo, se desubstancia y desvaría,
Y deja de ser.
Pero, tarde o temprano, toda vía bifurcada
te obliga a optar entre dos caminos,
Los dos señalando el mismo fin,
Pero ambos silenciando diferente destino
Pues consistir no es ser,
a pesar de si, es solo poder ser.
Para que sea es paradójicamente preciso
que un vacuo e inconsistente ser lo crea.
Pues creer crea y descreer no crea.
Y la duda agónica agonía que ahoga
apeligrando la existencia
de aquello que, teniendo que ser,
necesita ser creído
para ser.
Y para actuar uno mismo como si él ya fuera,
pues lo es,
no es preciso hacer nada, solo dejarlo hacer.
Que ya él se encargará de unir la razón y el ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario