Un nuevo yo, enmascarado y creído.
Que, no dará, nunca más cobijo,
Ni a la incauta verdad en su boca,
Ni, en su mente, a la paralizante duda,
Pues todo camino oculta el contenido de su meta,
Desvelado solo a la conclusión final.
Y es necio, detenerse ahora, en medio de la carrera,
A poner en duda la acción emprendida,
O a cavilando posibilidades, multiplicar alternativas o bifurcar indefinidas opciones,
Mientras los restantes corredores,
Corriendo, obtienen ya sobre nosotros, insuperable ventaja,
eliminando, con sus actos, la razón de ser de nuestros juiciosos juicios.
domingo, 10 de mayo de 2009
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