Poemas a Prometeo-4

Piróforo prometeo, profesor de un difícil arte del devenir;
Donde la dificultad no estriba en la difícil enseñanza escondida, sino mas bien,
En la propia aceptación de una verdad tan cruel.
¿Quién es la mejor?.Atenea, sin duda,
La portadora de los tristes ojos de la lechuza,
Desgraciada por la concesión de la propia sabiduría.
Es a ella, pues, a quien han de licuársele los ojos,
Cayendo por las mejillas el rosa pálido del benjuí.
¡ Difícil arte el de la quiromancia, cuando ha de leerse un destino tan cruel!
Pero la obligación es la obligación, está claro.
No engañan entonces los trigramas del Yi king
Y si la linea de la vida, corta la del corazón,
No por eso ningún doliente átrida ha de llorar,acobardandose,
Ante un incierto suceso futuro.
Lo que debe hacerse, pues, es buscar de nuevo la perdida ruta de la Atlántida,
Horadar nuevamente las superficies calizas,
Una vez mas, apozar el duro granito de la llanura.
Y así, un día, continuamente brotará el jugoso fruto de la Hespéride,Seguro fluido germinador de alguna espora descendiente