sábado, 9 de mayo de 2009

Poemas a Hylas-2

Gozosos y escasos fueron los días que, en verdad, te tuve.
Bastaron para compensar el amargo veneno de los restantes.
Y por ellos pude resistir, aquí, sin arrojarme de la inestable balanza del tiempo.
Fantasía fueron, las supe siempre quimeras no perdurables.
Inseguras formaciones de partículas en una atmosfera que dispersaba el viento.
Pero te tuve.
Tal vez un instante,
que perdurará para siempre en el recuerdo.
Cual magia, cambiaste de forma, sí, algunas veces.
Desde distintos aspectos emanaste, no obstante, idénticas ilusiones.
Tantas veces te desconfiguraste, otras tantas te volvías a configurar de nuevo.
Yo te seguí, en la medida que pude.
Aunque siempre me tentó, ante cada una de tus apariciones
El no aproximarme demasiado y deshallarte.
E impedir así, la de otra forma, inevitable y avecinada huída.
Pero también supe, de semejante modo, que, bastaría obviarte una sola vez
Para que no hubiese próxima nunca.
Cuantas veces te hallé, contigo, verdaderamente estuve.
Cuantas te dije adiós, fue un adiós, no un hasta luego.
Pues jamás retornaría a la misma expresión, mismo señuelo.
El que encarnó la magia, que, ya de allí, presta huía.
No sabiendo hacia donde, ni durante cuanto tiempo,
aguardaría por si un encuentro casual, tal vez ,me lo mostrara,
Otra vez, en algún otro lugar, de nuevo.

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